Las corcholatas de AMLO

Julio de 2022

Por Salvador ESPINA

 

CHOLULA.- Es bien sabido que los tiempos de Dios son perfectos, especialmente en política y a la hora de “destaparse” como candidato a algún cargo de elección. Pues, en Puebla, y en esta ocasión particularmente con MORENA, los diferentes actores comienzan a levantar la mano.

Para 2024 la joya de la corona es la gubernatura y ver quién será el sucesor de Miguel Barbosa. Para esto, no faltan prospectos a casi dos años de dicha contienda. Ya con intenciones serias encontramos al senador Alejandro Armenta, el coordinador de diputados federales de MORENA, Ignacio Mier, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso local, Sergio Salomón, la secretaria de Economía, Olivia Salomón y un poco más abajo en cuanto a oportunidad de ser él o la ungida están Gabriel Biestro y Claudia Rivera, además de contar con la interrogante si la primera dama Beatriz Gutiérrez estaría con intenciones de participar.

Cada uno tiene cartas, virtudes y defectos propios y diferentes que ofrecer, así como el respaldo propio de diferentes grupos y actores, (y como siempre) cada uno cree ser el o la mejor para el cargo sin importar si sea verdad o no.

Sin embargo, cuando empiezan las intenciones, los conflictos también salen a relucir. Esto porque existen roses entre estos aspirantes. El ejemplo más claro es el que protagonizaron hace poco Ignacio Mier en contra de Alejandro Armenta y el mismo gobernador de Puebla. En este conflicto el diputado Mier denunció ante la Fiscalía General de la República al extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto; al gobernador de Puebla, Miguel Barbosa; al senador morenista Alejandro Armenta, y al fiscal general de Puebla, Gilberto Higuera, por buscar presunta revelación de secretos y tráfico de influencias en perjuicio del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Entonces, no solo empieza la guerra de dichos y hechos, sino que busca cada uno el arropo incondicional del presidente López Obrador. Cosa que será difícil, puesto que, al presidente, no le agrada mucho que estén volviendo a MORENA en Puebla en una arena de peleas donde comience a haber fracciones al interior del mismo. Además de que el presidente nunca ha sido santo de la devoción del gobernador Barbosa.

En retrospectiva a la elección de 2018, donde MORENA aplastó a los demás partidos en las urnas, algo que fue vital para el triunfo, fue la disciplina y obediencia al presidente López Obrador y su entonces proyecto presidencial. Cosa que aparentemente se está rompiendo actualmente.

Viendo que MORENA no es un partido cuyo fuerte sea la propuesta, los perfiles más preparados o los mejores gobiernos, deben seguir por la ruta de las estructuras y trabajo de tierra que les ha dado tantos éxitos. Y estos conflictos entre sus liderazgos en la entidad merman su principal virtud a la hora de conseguir resultados electorales. Por lo que, si los enfrentamientos continúan e incrementan, MORENA ira mermando sus opciones para ganar la gubernatura, dejando a nadie con nada, y una disputa interna que podría ir emporando sin el liderazgo hegemónico del presidente López Obrador cuando termine su periodo en 2024.