* Político y ex presidente de México a sus 100 años de edad en Cuernavaca, Morelos
Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- Luis Echeverría Álvarez murió el viernes 8 de Julio en Cuernavaca Morelos a la edad de 100 años, este personaje político tan polémico, recordado por muchos como el actor intelectual de “La matanza del 2 de octubre en Tlatelolco”, murió en calidad de imputado por el delito de genocidio.
Quien no recuerda la terrible matanza ocurrida en Tlatelolco en el año de 1968, específicamente en la Plaza de las Tres Culturas, provocando la muerte de más de 300 personas, indiscutiblemente fue una brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados desde el gobierno mexicano en contra de estudiantes a lo largo de ese año, cometida por el mismo ejército mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica.
El movimiento estudiantil del 68 tuvo también un carácter social ya que además de participar los estudiantes universitarios, preparatorias y vocacionales entre otros, se unieron profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la Ciudad de México como del interior de la republica opacando así los famosos juegos olímpicos, pues en esa época nadie podía dejar de hablar de la matanza de Tlatelolco.
Hoy en día la famosa frase “2 de octubre no se olvida” es un grito en contra de la impunidad, el olvido y la amnesia colectiva; así lejos de perder vigencia al repetirse año tras año, se ha convertido en un gran símbolo del impacto ejemplar que tuvo en México el movimiento estudiantil de 1968.
Echeverría fue elegido candidato el 14 de noviembre de 1969 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la presidencia de la Republica y triunfo en las elecciones de 1970, la presunta responsabilidad en ambos casos ha levantado opiniones encontradas con respecto a su deceso, donde varios usuarios en la misma red social, entre ellos están los periodistas, activistas quienes lamentaron públicamente a través de las redes sociales que el ex mandatario muriera sin haber sido juzgado por su supuesta responsabilidad en los hechos criminales de los que se le acuso bajo el mandato de su predecesor Gustavo Díaz Ordaz.
El 29 de noviembre del 2006, fue acusado de las matanzas y se ordenó su arresto domiciliario por un juez mexicano y el 26 de marzo de 2009, un tribunal federal ordenó su libertad, así como exenciones de la acusación de genocidio por los sucesos de Tlatelolco. Su fallecimiento se registra dos semanas después de que el gobierno abriera a los familiares de las víctimas los archivos militares sobres las desapariciones forzadas de personas por motivos políticos durante la década de 1970, con el único fin de poder aclarar los hechos.
Usted mi estimado lector que opina respecto a este tema tan polémico y controversial; nuestro país fue testigo de la masacre, de la injusticia, de la sangre derramada por los estudiantes inocentes, que perdieron la vida sólo por manifestarse, jamás tuvimos un procesado o responsable que pagara con cárcel.
Todos los mexicanos somos sabedores de quien fue el responsable “Luis Echeverría”, que en vez de pagar con cárcel, vivió lleno de lujos y comodidades, su única condena será ser recordado “como el genocida de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco” a nivel nacional e internacional.