Por Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- En Buenos Aires, Argentina, se llevó a cabo el pasado martes 24 de enero la Vll cumbre Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeño, liderada por Alberto Fernández, presidente anfitrión. Resalta la participación del presidente brasileño Lula Da Silva quién recientemente protestó como presidente de la economía más fuerte de América Latina.
Participan el colombiano Gustavo Perro, el chileno Gabriel Boric, el cubano Manuel Díaz Canel, el boliviano Luis Arce y la hondureña Xiomara Castro, la única mujer presidenta en la región. Todos pertenecientes al bloque de países afiliados al foro de Sao Paulo ideológicamente afín a la izquierda. Por otra parte, participaron el uruguayo y el paraguayo Luis Lacalle y Mario Abdo Benítez, respectivamente, quienes mantienen una postura crítica a los regímenes de Nicaragua, Cuba y Venezuela. Incluso el presidente Lacalle Pou, al igual que lo hizo en su visita a México, expresó que en la Comunidad se auspician a presidentes que no respetan la democracia ni a las instituciones.
El tema más debatido fue el golpe Legislativo ocurrido en Perú En contra del presidente Pedro Castillo, un profesor rural que llegó a ocupar la presidencia y el mes pasado fue destituido por el Congreso del país andino. El peruano intentó llegar a la embajada de México pero fue detenido momento antes y actualmente se encuentra en una prisión del país que gobernaba.
Los representantes de los países -en su mayoría los afiliados al Foro de Sao Paulo- condenaron esta situación y llamaron al restablecimiento de la paz y la democracia en el Perú. Desde México el presidente López Obrador que publicó un mensaje en sus redes sociales y que no asistió al evento, pidió el cese a la represión por parte de las autoridades peruanas y llamó a retomar el camino de la democracia. Como ya es sabido el mandatario mexicano no es proclive a salir del país con frecuencia y en su lugar acudió el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon.
Mandatarios de Colombia, Chile y Honduras se sumaron al llamado, entre otros argumentos, señalando que se han firmado acuerdos para evitar ese tipo de situaciones que degradan la democracia de los países.
El brasileño Lula Da Silva expresó que Brasil está de vuelta tras el gobierno de Bolsonaro que siempre mantuvo una postura alejada de Latinoamérica, particularmente desde el triunfo de Alberto
Fernández en Argentina y con una simpatía al ex-presidente Trump.
La segunda coincidencia tiene que ver con mantener la infracción de los países miembros y continuar con los trabajos en conjunto para el desarrollo.
La llegada de Brasil podría reconfigurar el panorama pues la ausencia de la principal economía de centro y Sudamérica había permitido que el liderazgo recayera en México y ahora en Argentina mientras que ahora éste podría ser asumido por Lula.