CHOLULA.- Se escucha por ahí que el gobierno municipal de Coronango, desde que asumió el cargo no ha podido controlar la inseguridad en el municipio, y en lugar de emprender acciones para poder garantizar la seguridad de sus ciudadanos, se muestra omiso, el resultado la serie de delitos al alza que se han venido cometiendo, van desde el asalto banquetero que cometen los aprendices de delincuentes, hasta células delictivas catalogadas como “crimen organizado”, y los homicidios están a la orden del día. Los criminales lo mismo matan a hombres que a mujeres, adultos o menores de edad. En los municipios de la zona conurbada se ha visto que de una u otra manera han emprendido acciones para bajar los índices delictivos, invierten en material y equipo para los elementos y hasta el gobernador les ha apoyado con más patrullas, pero de Coronango solo se sabe se la comisión de delitos, nada de que inviertan en dicho servicio primordial para la sociedad. ¿Será? Se escucha por ahí que se está elevando el número de mujeres desaparecidas, siendo los municipios de Texmelucan, Huejotzingo y Atlixco, donde más se han registrado casos de este tipo. Más notorio es que dichos municipios los gobiernan mujeres, y algo está pasando porque no hay acciones preventivas para la seguridad de la mujer, como se tienen en otros municipios, en donde se han dado a la tarea de generar medidas que alerten cuando una mujer está en peligro. Por lo menos se registran 2 o 3 casos a la semana, de desaparición de mujeres, y lo mismo se trata de mujeres adultas, que de jovencitas. Las alcaldesas, deberían de replicar acciones que están dando resultados en otros municipios, por seguridad de la mujer cuando anda en la calle. ¿Será? Se escucha por ahí que en carreteras que cruzan el municipio de Texmelucan, sujetos desconocidos se dan a la tarea de lanzar piedras a los vehículos en movimiento, obligando al conductor a detenerse, lo cual es aprovechado para asaltarlos. No solo los afectados, sino quienes hacen uso de esas vialidades, como la México-Puebla, están pidiendo la intervención de las autoridades policiacas, para proceder contra esos pillos, quienes actúan por las noches. ¿Será? Se escucha por ahí que vecinos de la 6 Norte, entre Av. Morelos y la 8 Oriente, están enojados porque muchas casonas dejaron de ser usadas para su objetivo original, vivienda, ahora son negocios de diversión nocturna, y es que en algunos de esos establecimientos, no se práctica la buena vecindad, son amantes de los excesos y uno de ellos es el escándalo, el volumen de sus equipos de sonido por arriba de lo que marca la ley en cuanto a decibeles, y quienes viven cerca no pueden descansar, especialmente las noches del jueves, viernes y sábado, que es cuándo más actividad tienen dichos establecimientos. Piden les apliquen la ley para que respeten, con respeto todos pueden estar contentos. ¿Será? Se escucha por ahí por la avenida Miguel Alemán, anda una bandita de “mariposeros”, sujetos dedicados a robarse las bicicletas, y solo están muy alertas cuando ven que algún ciudadano deja su vehículo apoyado en la guarnición de la banqueta o recargada en la pared, mientras que entra a hacer una compra. Viejos expertos en andar en bicicleta, recomiendan ponerle candado, son segundos los que ocupan para poner la cadena y cerrarla, es como cuando algún conductor estaciona su carro en la calle, y lo cierra. Se debe de eliminar esa mentalidad de “no tardo” o “desde ahí la cuido”, los pillos son rápidos, tanto que se siguen robando las bicicletas. ¿Será? Se escucha por ahí que en el tema de la basura se sigue viendo y viviendo la manera de comportamiento de personas “cochinones” quienes pasan en sus carros y en cualquier esquina dejan sus bolsas con sus desperdicios. Los vecinos en su inmensa mayoría respetan los horarios de recolección de la basura, pero los que no son del barrio, pero tienen la necesidad de pasar por ahí, con todo cinismo y descaro avientan sus bolsas, con el carro en movimiento, uno que otro se detiene, quizá para no sufrir un accidente y ensuciar su unidad, o porque lleva varias bolsas. A esos “cochinones” ya se les debería de aplicar la ley y multarlos, su acción no solo da una mala imagen a la ciudad, sino propician la procreación de la fauna nociva, que afecta a los vecinos. Abuuuuuuuuuurrrrrrrrrrr.