CHOLULA.- Se escucha por ahí que hace un par de semanas, se informó sobre la saturación que ya tenían los hospitales, en concreto el de Cholula, y Huejotzingo, por casos de contagio de Covid-19, y apenas el gobierno del Estado, ha salido a reconocerlo, y anunciar las medidas que se están tomando para seguir atendiendo a los enfermos que llegan. En estos días, ha sido mucho mayor el número de personas que presentan los signos de contagio y por ello la saturación hospitalaria, que será la forma de medir la situación y tomar la decisión de ponerle color al semáforo Covid-91. ¿Será? Se escucha por ahí que el nuevo sistema de medición de casos de Covid-19, para efectos del semáforo, pareciera mejor, sin embargo eso no se apegará a la realidad, tomando en cuenta que de acuerdo a la ocupación hospitalaria, deja fuera a muchos que aunque cuenten con el dictamen de médicos del sector salud, pero no amerita hospitalización, lo dejan en casa en cuarentena, claro bajo vigilancia médica, simplemente no los tomarán en cuenta para efectos de conocer cuántos enfermos se han acumulado, cuántos se han dado en un solo día. Si así, que se venía haciendo, quedó demostrado que el gobierno sigue maquillando cifras, sigue simulando que son diferentes al pasado, pero en realidad es la misma gata, solo que revolcada. ¿Será? Se escucha por ahí que se dice una y otra vez, la necesidad de usar el cubre-boca, usar el gel antibacterial, y quienes deberían de poner el ejemplo, siendo congruentes entre el decir y el hacer, no lo acatan. Ahí el presidente de México, quien no solo ha dicho no usará el cubre-boca, porque le estorba, sino que además es ejemplo, y se vio el miércoles, el gobernador no se atrevió a usarlo, su patrón no lo tenía y cómo iba a ponerlo en evidencia. Y los colaboradores del Presidente de México, de la misma manera, es decir sigue pesando las acciones de su jefazo, quien aunque está dentro de uno de los grupos más vulnerables, por la edad, por enfermedades crono degenerativas, les manda el mensaje a los mexicanos, que no lo usen, el gobernador lo apoya con la misma postura. ¿Será? Se escucha por ahí que los choferes de los taxis colectivos, esos que se apoderaron de calles en la ciudad, por estar protegidos por un poderoso, no están aplicando las medidas sanitarias. En todo el transporte, se aplica la reducción de pasajeros en la unidad, al menos en el papel, que deben de usar gel antibacterial, pero nada de esos aplica para ellos, como se ve en la 6 Norte y Forjadores de Puebla, donde cada carro, lleva no menos de 4 pasajeros, de otra manera no les sale el viaje. Ellos no solo no le bajaron al número de unidades, como ocurrió con el transporte colectivo de pasajeros de todas las rutas, sino aumentaron, y han crecido en el uso de calles, provocando el malestar de los vecinos, porque se paran frente a cocheras y siguen usando las calles como sanitarios, otro foco de infección. ¿Será? Se escucha por ahí que quienes siguen siendo un dolor de cabeza, de piernas y todo el cuerpo, son los ciclistas, que por andar en sentido contrario han atropellado a peatones. Esos personajes, no solo no respetan el reglamento vial, sino algunos son tan mala leche, que cuando ven que un peatón va un tanto distraído o viendo hacia el lado por donde vienen los carros, le echan la bicicleta o se acercan tanto para gritarle en el oído al peatón, y luego, cuando algún afectado les reclama, se ponen dignos, se sienten agredidos, les da lo “valiente”, exigiendo respeto, cuando ellos no conocen esa palabra, o al menos se les olvida cuando se trepan en la bicicleta. Lo grave es cuando pro su necedad, provocan un accidente, y entonces todos o la mayoría, sale en su defensa, los victimizan, casi, casi los convierten en mártires, y se niegan esos defensores, a reconocer que ese ciclista tuvo la culpa. Bien dicen que todo depende del color del cristal con que se miren las cosas, y más en estos tiempos, cuando por el encierro, por la situación económica, por las fricciones con la pareja o familia, se tornan agresivos, violentos, y no buscan quien se las hizo, sino quien se las pague. ¿Será? Se escucha por ahí que poco a poco, personal de las corporaciones policiacas, de varios municipios y del mismo Estado, empiezan a caer víctimas del Covid-19, y curiosamente los jefazos, pretenden tapar el sol con un dedo, pretenden ocultar la información, como si fueran culpables de algo malo, malísimo. Quizá si tengan parte de culpa, porque ese personal, humano como todos, no ha descansado, tienen que prevenir delitos, y de paso poner en orden a quienes no respetan medidas de sanitarias, y nada de que si te sientes mal, estas gordo, eres diabético, hipertenso, y más, te vas a casita. Siguen laborando y por eso se van dando casos de Covid-19, no solo contagios, sino muertes, que también tratan de ocultar. Abuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrr.