CHOLULA.- Se escucha por ahí que el pasado martes falleció por causas naturales el gobernador del Estado de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, y en las redes sociales se desató una ola de memes o chistes a costilla del ausente. Muchos rieron, se burlaron, no faltaron incluso los que insultaron su memoria, al no ser del mismo partido político, al considerarlo un enemigo político. Otros más, simplemente permanecieron en silencio, indiferentes a todos esos comentarios, no faltaron los que se sintieron ofendidos, porque a un muerto se le respeta, sin importar quien haya sido, cómo se haya comportado; el dolor de los deudos se debe de respetar. La verdad es que no se vale, que se aprovechen de su ausencia. No es defender a una persona, sino a todas las que pasan a otro plano, a una mejor vida, a lo desconocido.
¿Será? Se escucha por ahí que finalmente se trató del gobernador, el segundo que pierde la vida al estar en el ejercicio de sus funciones. La noticia no tuvo el impacto que tuvo la de la primera gobernadora poblana Martha Erika Alonso Hidalgo, quizá por la manera en que perdió la vida, quizá por ser mujer, pero corrió como reguero de pólvora, en el caso del gobernador, por ser derivado por causas naturales, porque su equipo, sobre todo la vocera oficial, escondió el estado de salud del ejecutivo, y se atrevió a enviar un comunicado diciendo se encontraba delicado, pero estable, cuando ella, Verónica Vélez, ya sabía de su fallecimiento, pareciera que trataba de ocultarlo por alguna razón y deberá de explicarlo a los poblanos. ¿Será? Se escucha por ahí han surgido muchas dudas, mismas que su equipo de colaboradores, tendrán que aclarar ante los poblanos, por ser la primera figura pública en el Estado, así como las verdaderas causas de su deceso, porque las ausencias de los médicos, cuando ya sabían que su salud se había quebrantado. ¿Será? Se escucha por ahí que en todos los municipios, se colocaron en los edificios públicos un moño negro, la bandera se hizo a media asta, y se suspendieron casi todas actividades públicas, en señal de duelo. Les pudo caer bien o mal, finalmente era el gobernador del Estado de Puebla. Protocolos que nunca se pensó se tendrían que aplicar. ¿Será? Se escucha por ahí que la función debe de continuar, frase que se aplica cuando se tiene el profesionalismo y pese a los acontecimientos registrados, no se puede suspender lo programado. Esto porque en el CELMA, la directora decidió no presentarse al concierto navideño a cargo de la Orquesta Sinfónica infantil y juvenil “Prof. Jesús Ruiz García”, un verdadero desaire a la comunidad estudiantil. Se sabe que ella era cercana al ejecutivo, pero si no tuvo el tino, o el valor de suspender el evento, su deber era estar ahí, con los alumnos, con los padres de familia, con la comunidad estudiantil, y no salir con el cuento de estar muy dolida y por ello dejarlos plantados. Como se dice por ahí, merece un tache. Ahora muchos entienden, porque la directora, se ha visto envuelta en problemas, su cerrazón no solo con la sociedad, con las autoridades locales por no tener los mismos colores de partido, sin con la propia comunidad estudiantil, que espera la ubiquen o mejor dicho la reubiquen en otra escuela, en alguna donde le permitan imponer sus ideas partidistas. ¿Será? Se escucha por ahí que en los próximos días se estará generando más basura de lo habitual, y ante ello se siguen haciendo las recomendaciones para no sacar la basura a la calle, cuando no se debe hacer, respetar los horarios establecidos y así la ciudad se mantendrá limpia. Por otra parte, están apareciendo nuevos pepenadores, jóvenes con tatuajes en casi todo el cuerpo, lo cual se les respeta, lo que no es agradable es que al espulgar las bolsas con basura, la desparraman y dejan un tiradero. Ya en algunas calles, se han dado fricciones de vecinos con ellos. Está bien que busquen con que ganarse la vida, o incluso con que taparse, lo que no está bien es que dejen todo tirado, esa basura además de dar un mal aspecto al entorno, generan focos de infección. Abuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrr.