¿Trump recargado?

Por Alejandro MARIO FONSECA

CHOLULA.- Qué si el fentanilo, como antes fue el famoso muro que “íbamos a pagar los mexicanos”; que no, que el fentanilo es chino y así como el muro “no lo pagaríamos”. ¡Ajá y qué más! ¿Por qué no nos damos cuenta? ¿Realmente esos son los temas? ¿Esa es la discusión de alto nivel político? Estoy consternado, no tenemos estadistas, lo que tenemos son fanfarrones que viven en el auto engaño y de paso abusan del erario público.

Sin darnos cuenta todos caímos en el garlito. La discusión no debería ser quién es responsable del fentanilo, sino ¡por qué el fentanilo!  Y lo más importante, ¿de verdad los gringos van a dejar de consumir drogas? Claro que no, si para los carteles mexicanos es un negocio millonario, para los carteles gringos también lo es, pero multimillonario.

El fentanilo )como antes el muro) es un símbolo, un símbolo del capitalismo autoritario y depredador: encabezado por la derecha norte americana, por los seguidores de Trump.

El verdadero problema

El problema serio no es el fentanilo, sino la amenaza de que, usándolo Trump como pretexto, lo utilice como la principal bandera de su campaña. Por eso es que el demócrata Biden se adelantó para buscar una posible solución y restarles fuerza a las mentiras de Trump. Pero no va a suceder. Y no va a suceder porqué allá el negocio de las drogas es el más rentable del imperio.  Así que el verdadero problema es que Trump tiene posibilidades reales de volver a “gobernar” el país (todavía) más poderoso del mundo.

Y entonces ¿qué es lo qué pasa? Pues nada que estamos ante el regreso del gran embustero, del fanfarrón que al estilo fascista engaña a los más ilusos, aquella gran masa de norteamericanos, no sé si de clase baja o media (porque allá la clase baja vive como la media alta de acá), o si son esos “palurdos”, toscos y rústicos que lo único que desean es su comodidad, su consumo desenfrenado, su “seguridad”.

 

Trump el fanfarrón

Y es que la seguridad es precisamente lo que siempre a ofreciendo Trump en su campaña. La prepotencia, el racismo, la burla, en suma, la fanfarronería, no son otra cosa más que poses teatrales que buscan hipnotizar al que se deje.

 Su oferta es eliminar las “amenazas” a su nicho de confort: que no les toquen su televisor, su futbol, sus palomitas y sus cervezas., su marihuana y demás ¿Y quiénes encarnan esas “amenazas”? Pues los mexicanos que los asolamos con todas nuestras “pestes”.

 Trump es un engaño y por eso puede ser que regrese. Pero la sociedad norteamericana es mucho más compleja. Porque no están nada más los “palurdos”, sino también los que estudian, los que tienen religión, ética y principios ciudadanos. Son siglos de educación democrática. Europa es la cuna de la democracia pero los Estados Unidos son su consolidación.

También está el hecho de que la sociedad norteamericana es un verdadero mosaico racial. Y como van las cosas, el voto de los negros, de los latinos, los musulmanes, orientales y demás, va a ser por la reelección de Joe Biden, es decir, por la libertad, por su reconocimiento, por un bienestar social para todos.

Dos dioses se disputan el poder del imperio: la libertad y la seguridad. Paradójicamente la libertad que ofrece Joe Biden significa la conservación del establishment modernizador, globalizador; mientras que la seguridad que siempre ha prometido Trump significa una regresión histórica, si no al esclavismo, si hacia algo muy parecido: menos impuestos al gran capital y manos libres al capital financiero. Ya lo demostró.

Para muros los mexicanos

Pero mientras tanto, ¿qué es lo que pasa de este lado, de nuestro lado? También puede pasar que el PRI gobierno regrese. Pues según sus corifeos aquí pasa todo lo malo. “No hemos aprendido a vivir en la democracia”, “no nos gobiernan los mejores”. “No hemos sabido aprovechar el poder del voto”. Es decir, también tenemos nuestros “palurdos”, los que votan inducidos por la televisión, por la mentira, por la ignorancia.

Sin embargo las cosas están cambiando. La gran cloaca está abierta y ahora todo se sabe. El abuso, el despilfarro, la corrupción, la impunidad, la inseguridad… son los grandes muros internos que empezamos a derribar los mexicanos. Son muros que impiden el desarrollo, la buena educación, la sana convivencia.

Lo que la 4 T de AMLO está haciendo es recuperar lo mexicano, nuestros valores, nuestra historia, en suma, nuestra dignidad nacional.

En el ante sala del regreso de Trump de nuestra máxima autoridad no se deja humillar ante el público global por el “tirano en ciernes”. Lo que se está haciendo es corregir el rumbo, dejar a un lado la cauda de escándalos y con un golpe de timón iniciar programas serios de seguridad, educación, salud y trabajo; en un ambiente de verdadera transparencia y democracia. Pero todavía está difícil, ¿acaso los dioses de la libertad y la seguridad nos han abandonado?