Dra. Margarita TLAPA ALMONTE
CHOLULA.- La festividad forma parte de la fe del pueblo, el primer testimonio apareció en los relatos apócrifos titulados “transitus Mariae”, a partir de los siglos II y III. La devoción mariana por los católicos bajo la advocación de la Virgen de la Asunción tiene sus orígenes en el Trao de San Juan el Teólogo sobre la Dormición de la Santa Madre de Dios, el tratado coincide o con la escenificación de la Festa o Mesteri d’ Elx (Fiesta del Misterio de Elche) realizada en España que coincidía con una representación realizada entre los años de 1265 y 1370 de manera ininterrumpida a pesar de la prohibición de la teatralidad de la iglesia conforme el Concilio de Trento, sin embargo, el Papa Urbano VIII en 1632 expidió el permiso para esta representación. Eran representaciones populares, a veces noveladas que reflejaban la fe del pueblo, algunos testimonios los mencionaron padres de la Iglesia como San Ambrosio, San Epifanio y Timoteo de Jerusalén, San German de Constantinopla a quien Jesús pone en sus labios las siguientes palabras: “Es necesario que donde yo éste, estés también tú, Madre inseparable de tu hijo”.
En escritos del siglo IV historiadores eclesiásticos refieren a la Asunción de María como tradición antiquísima, para el siglo V no existía una sola comunidad cristiana que no creyera en la Asunción de María, durante el siglo VII el Papa Sergio I promovió procesiones a la Basílica Santa María la Mayor el día de la Asunción. Posteriormente poco a poco se instituyo la Asunción, a partir del siglo XIV para difundirse y se generalizo. El Papa Juan XXII en 1324 afirmó que “la Santa Madre de la Iglesia piadosamente cree y supone que la bienaventurada Virgen fue asunta en alma y cuerpo”.
En la primera mitad del siglo XX se declara el Dogma donde es aceptada universalmente y profesada para todo el mundo. En mayo de 1946 el papa Pio XII declaro la Asunción corporal de María como dogma de fe. El concilio Vaticano II recuerda en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia el misterio de la Asunción La Virgen de la Asunción es patrona de España, México, Guatemala, Nicaragua y Paraguay. Bajo la advocación de la Asunción de María.
El Transito de María o Asunción de María se celebra en toda la Iglesia y tiene doble finalidad: hace referencia al modo en que la Virgen María dejó la vida, mientras que La Asunción refiere a lo que pasó después. La fiesta se conoce como Transito, Sueño o Dormición. La fiesta tradición en el viejo mundo la promovieron los padres de la Iglesia San Ambrosio, San Epifanio y Timoteo de. En America las ordenes mendicantes Jerusalén. En América las órdenes mendicantes, principalmente franciscanos y agustinos en su labor de evangelización, promovieron el culto a la Asunción de María. No obstante los antecedentes mencionados, el dogma de fe de la Asunción de María fue proclamado hasta 1950 mediante la bula Munificentissimus Deus, signada por el Papa Pío XII.
La festividad del Tránsito de María inicia en los barrios de Cholula en el mes de julio-agosto dependiendo de la fecha que se asigne cuando se lleva la camita con la madrina, en algunos barrios solo la camita, en otros también la imagen de María. El 11-12 de agosto según el barrio se realiza la acostada de la Virgen María en la casa de la madrina, el 12-13 por la tarde salen en Procesión hacia el templo del barrio correspondiente, niñas o señoritas vestidas de blanco y/o azul, algunas cargan la camita cubierta con un lienzo blanco, otras portan canastas de manzanas, flores blancas al frente de la camita la corona y la palma de la Virgen, atrás la comunidad invitada, acompañada la Procesión de música de banda de viento y cohetes. Al llegar al templo, realizan un rosario o Misa para posteriormente la madrina proceda a la Acostada de la Virgen con toda solemnidad, cantos, música, inciensito, repiques, cohetes, al finalizar los padrinos ofrecen a los presentes un obsequio.
Los días 13 y 14 de agosto la Comisión de señoritas es responsable de la elaboración de la Alfombra (Xochipetatl) a María. Los jóvenes de organizar bailes populares para alegrar la festividad, mientras que los cholultecas visitan las alfombras de todos los templos, donde obsequian chileatole y tamales tradición prehispánica o pan y café. La Virgen se levanta durante el Transito el 14 de agosto por la noche, se coloca en el Altar como la principal representación del altar La Asunción de tal forma que magnifica su realeza y glorificación de María en los cielos. Las nubes y los ángeles del altar recuerdan que María se encuentra sentada a la derecha de su hijo Jesucristo y coronada como reina y señora universal de todo lo creado. El 15 de agosto, día de la Asunción, se realiza una misa. Esta devoción y tradición de los barrios cholultecas en honor a la Virgen María se reproduce para conservar esta tradición religiosa católica permitiendo con esto la identidad para valorar no solo aspectos espirituales sino también la producción agrícola cuyos frutos son producto del entorno natural Cholulteca que es privilegiado y bendecido por Jesús y María.
Como en su gran mayoría las celebraciones católicas fueron asumidas por los indígenas como forma de complemente o sustitución de las fiestas y rituales prehispánicos a las deidades mesoamericanas relacionadas con el ciclo agrícola. En memoria reciente la fiesta se recuerda y practica a partir de la segunda mitad del siglo XX, vinculada al cultivo del maíz y la cosecha de la manzana.
La festividad tiene sincretismo prehispánico-católico. Las manzanas recuerdan de que María es libre de pecado original que vino a los hombres por el fruto prohibido que comieron Adán y Eva, y Jesucristo, su hijo, nuevo Adán y María nueva Eva han abierto las puertas al paraíso por los méritos de Jesucristo, para revelar el misterio de la iglesia como primicia de redención por medio de su pasión y resurrección. Mientras que las manzanas desde el sincretismo religioso prehispánico son una ofrenda, un agradecimiento y parte de un ritual que tenían las culturas mesoamericanas a la diosa Xilonen, la deidad de los xilotes, que es el maíz tierno marcado por la aparición de cabellos o barbas