CHOLULA.- Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías. Cuando dijo: Este pueblo está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres, y llamando a si a la multitud, les dijo: Oíd y entended; no lo que entra en la boca contamina al hombre, más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre. Entonces acercándose sus discípulos le dijo: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron está mal obra? Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó i padre celestial, será desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos, y si el ciego guiaré al ciego, ambos caerán en el hoyo.
¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es acabado en la letrina? Pero lo que sale e l aboca, el corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falso testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero al comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. S. Mateo 15-7 al 20.
Le acusan e transgredir la ley, por lo cual el lenguaje duro los reprende por ocultar la verdadera interpretación de la escritura bajo las tradiciones hechas por los hombres. En respuesta la petición de ellos de una señal. Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarte, y le pidieron que les mostrarse una señal del cielo, les indica S. Mateo 16-1. Las señales de los tiempos; a saber, la madures de la nación para el juicio, la presencia de predicadores en medio de ellos proclamado el reino de Dios, y las obras milagrosas sobrenaturales. Jesús ya les había dado señales. Los ciegos ven, los cojos, andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. S. Mateo 11-5.
Ellos desean algo espectacular, Cristo hizo milagros para aliviar los sufrimientos de la humanidad- “La reclamación del mesías”. Viniendo Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el hijo del hombre”. S. Mateo 16-11. Como el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. S. Mateo. 20-28. Reclamación ante la nación. Al salir ellos de Jericó, les seguía una gran multitud. S. Mateo 20-29. Jesús no había llegado a la medida del ideal del pueblo para su mesías, pues en vez de proclamar un reino temporal, él ha estado proclamando uno espiritual, cuando el pueblo no le aceptó como mesías, le consideró como un gran profeta. Por causa de la actitud del pueblo Jesús no hace una proclamación pública de su misión, es mesías porque al hacerlo inducirá a los judíos a esperar el establecimiento de un reino terrenal, y su rescate de los romanos. Por esta razón él les dijo: Y vosotros, ¿Quién dicen que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el cristo, el hijo del dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi padre que está en los cielos, y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré i iglesia, y las puertas del hades no prevalecerán contra ella y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que desatares en la tierra, será desatado en los cielos. S. Mateo 16-16-15 al 19. “dios nos Ama”.
¡Noche d Paz!
¡Noche de paz, noche e amor1
Todo duerme en derredor
Entre los astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niño Jesús
Brilla la estrella de paz
¡Noche de paz, noche de amor!
Oye humilde el fiel pastor
Coros celestes que anuncian salud
Gracias y glorias en gran plenitud
Por nuestro buen redentor.
¡Noche de paz, noche de amor!
Ved que bello resplandor
Luce el rostro del niño Jesús
En el pesebre del mundo la luz
Astro de eterno fulgor.