CHOLULA.- Se escucha por ahí que en las últimas semanas la curva de la pandemia que iba a la baja, se mantuvo estable, una especie de meseta, pero en los últimos días dicha meseta empezó a elevarse, la curva se convirtió en pico y los hospitales se han saturado. Los gobiernos de los 3 niveles, refuerzan la información para que toda la población extreme medidas, pero ¿qué cree?, cierto aún muchos que no creen en la enfermedad, su manera de pensar es “Al que le tocará, le tocará y si Dios me llame, ni modo”; se respeta su manera de pensar y decisión, lo malo es que esa actitud afecta a quienes quieren seguir en este planeta, desean seguir con sus seres queridos. Así como todos tienen el derecho y la libertad de cuidarse o no, también existe la obligación de respetar a los demás, y si no quiere aplicar las medidas sanitarias, entonces, por lo menos debe de respetar a los demás y aislarse. ¿Será? Se escucha pro ahí, que no obstante las recomendaciones de no hacer fiestas, hay quienes lanzan e reto a la autoridad, y sonideros, le están dando vuelo a la hilacha, convocando a las fiestas, que no son de a grapas, hay que pagar. Ejemplo en San Matías Cocoyotla, ya se verificaron algunas fiestas, a todo volumen, como un reto para ver quién se atreve a ir a ponerlos en orden. Conforme se acerquen las fechas importantes de este mes, serán más las fiestas, reuniones y los riesgos de contagio y los efectos finales. ¿Será? Se escucha por ahí que cada día son más los que piden se aplique una severa sanción a quienes no respeten las medidas sanitarias, algo así como lo que está en papel, contra los fumadores, multas por fumar en lugares públicos cerrados, y tener la obligación de apagar su cigarrillo si algún ciudadano lo solicite, aunque esté en un área permita, pero primero es la salud de los demás. Así debería ser, si no usa cubre-boca, sancionarlo y más si es que le piden lo use y se pone de grosero a mentar madres. La autoridad ¿tendrá el valor, o le valdrá? ¿Será? Se escucha por ahí que no se ha legado a lo peor de la pandemia, los expertos, de otros países, han informado que el virus está siendo más agresivo, más rápido en el daño que causa al cuerpo humano. Ahí el caso de Alemania, que había sido el país con un gran control y acciones efectivas contra la pandemia. En tan solo 24 horas más de 600 muertos. Parece ser, que las bajas temperaturas ayudan al virus a terminar con el ser humano. ¿Será? Se escucha por ahí que desde hacer algunos años, se iba perdiendo la tradición de las posadas en las iglesias, los mayordomos se quejaban de la poca participación de los hijos del barrio, y no pro falta de gusto, sino por falta de dinero. Ahora, resulta que ya algunos hijos de barrio están ofreciendo donar la posada, con tal de que los niños disfruten de estos días, como en antaño. Increíble, cuando se pide no hacer esos evento masivos, salen con quieren hacerlo, que ahora si hay dinero para gastar en todo lo que implica, como son los aguinaldos y las piñatas. La decisión de organizar e invitar es del Mayordomo sea patronal o menor, y de los hijos del barro, si acuden y se exponen a un contagio, o se quedan en casa, como lo piden las autoridades sanitarias. ¿Será? Se escucha por ahí, que cada día son más los pedigüeños en calles de la ciudad, en las esquinas de calles muy transitadas. Hacen piruetas, ofrecen productos, buscan la manera de ganarse unas monedas. Hay niño quienes también hacen su lucha, y cuando se ve están junto con sus papás, se reconoce que en familia luchan por salir adelante, pero cuando se ven a niños, como se ven en la plaza de La Concordia, con su cajita de golosinas, ofreciendo por aquí y por allá, y a distancia los adultos que se supone son sus papás. Explotación infantil, y no son de esta ciudad, vienen de Puebla, y lo peor, que por el aspecto de quien dice ser el papá, pareciera tener alguna adicción. Ciudadanos que se han percatado de esta explotación, piden que alguna autoridad tome cartas en el asunto, y se verifique si el menor está siendo explotado, si esos adultos en verdad son sus familiares. ¿Será? Se escucha por ahí que en el tema de seguridad, siguen haciendo de las suyas os “roba-llantas”, quien toman una zona durante unos días, y se van rolando. Importante es que los ciudadanos, si dejan sus carros en la calle, no se confíen y se olviden de ellos, hasta que los tienen que abordar. Los pillos actúan en segundos, pero se llevan minutos en dar la vuelta y ubicar a la víctima, y si usted entra y sale y revisa la unidad, los delincuentes se espantará y no lo dañaran. Abuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrr