CHOLULA.- Desde que me acuerdo he sido una persona muy triste, muy depresiva, alguien que critica constantemente y no se quiere, así me lo habían dicho muchas personas, a lo que yo me negaba rotundamente, sin embargo ahora me doy cuenta de todo ello.
Nunca me ha gustado mi color de piel morena, ni mi complexión, soy gruesa, más que mis hermanas, esto me hacía sentir tan diferente a los demás, que valía menos o lo que es peor, no valía nada. Me percibía como un mounstro, alguien muy rechazada por lo demás.
Con ese desaliento a cuestas, a pesar de ser una adolescente no podía disfrutar las cosas propias de esa edad. Me sentía muy frustrada, muy diferente a los demás. Por lo que ese aislamiento y vacío me llevó a pensar en quitarme la vida para aliviar ese dolor que estaba sintiendo.
Recurrí a los medicamentos y aproveché el encierro para ingerirlos, sin embargo no logré morir, solamente un lavado de estómago, pero lo que sí conseguí fue una tristeza más profunda y la angustia de mi familia que se dio cuenta que no podían hacer nada por mí.
Acudí a las sesiones del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos y a los pocos días mi sentir fue diferente, poco a poco la amargura y dolor con que llegué han ido cambiando positivamente.
Me encuentro más alegre, más contenta, más positiva y esa nueva actitud, he llegado a valorarme más como persona, una terapia como la que ofrece el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos me ha dado una nueva y mejor forma de vida