Sospechosismo

Por Jesús DE SANTOS GARCÍA

Vínculos entre la fe católica y las culturas de los pueblos

Formación del catolicismo popular: sincretismo de dos culturas

CHOLULA.- Es importante estudiar acerca de la unidad o los conflictos creados por la religión en los momentos históricos de la evangelización, así como se modificó la relación de la cultura de los pueblos con la religión católica con la independencia, durante la independencia y después de la independencia.

Los primeros evangelizadores fueron los franciscanos y dominicos, después llegaron agustinos, mercedarios y jesuitas.

Los primeros evangelizadores crearon una metodología misionera con una triple tarea: aprender bien las lenguas de los indios, conocer sus creencias, tradiciones y costumbres, traducir a las lenguas indígenas la doctrina cristiana. Publicaron desde el principio catecismos o doctrinas cristianas, en lenguas nativas, que contenían la exposición elemental de las verdades fundamentales en un estilo breve, sencillo y claro. Antonio de Molina creó la gramática náhuatl, todo esto fue imprescindible para una buena transmisión del evangelio.

Se considera que con los evangelizadores llegó a América el humanismo, pero en realidad los naturales de acuerdo a Bernardino de Sahagún los indios eran virtuosos y parecían carecer de defectos. Su humanismo les  permitió desarrollar una teología cercana a la vida, que se reflejaba en la tradición de incluir en los catecismos hispanoamericanos una introducción antropológica.

Los misioneros, desde su llegada,  concibieron la evangelización del Nuevo Mundo como una tarea educativa. Fundaron centros docentes a todos los niveles. Se instituyeron centros interraciales, y centros educativos para niñas, en los que se promovió desde mediados del siglo XVI la educación de la mujer, tanto indígena como criolla. La instrucción de niños y niñas incluía, además de la doctrina cristiana, la lectura y escritura, nociones de aritmética, música y artes y oficios. Hallamos una variedad de instituciones educativas cuyo telón de fondo era la evangelización.

Los misioneros señalaron el cruel trato que los españoles daban a los naturales e increparon los fundamentos teológicos-jurídicos que justificaban el dominio de los Reyes de España sobre los indios.

Los primeros misioneros de esforzaron para crear una iglesia con clero nativo que tomara las riendas de sus propias iglesias. Proyecto que fue rechazado por la Corona Española, los reyes querían un orden sociopolítico dirigido por el hispano-criollo. En 1578 se prohibió la ordenación sacerdotal de los mestizos: fue el fin del proyecto indigenista franciscano-dominico.

Durante la colonización, la iglesia estaba regida por obispos del clero regular (franciscanos, dominicos…), en cuyos métodos de evangelización los misioneros se inspiraron en los mismos naturales.  Adoptaron, con frecuencia, sus procedimientos al expresar y transmitir sus creencias religiosas. En la catequesis siguieron el modelo de sus relatos, mediante los cuales narraban el origen de sus dioses, del mundo y del propio pueblo. No obstante, en sus líneas fundamentales, el catolicismo del Nuevo Mundo asume el modelo jerárquico, teológico y popular del catolicismo de España.

Ya con el clero secular como obispos y con el poder de la toma de decisiones dentro de la iglesia, hubo un cambio radical, los miembros de las órdenes religiosas, prácticamente se retiraron a sus conventos y desde allí siguieron sus labores, ya sin la influencia que tenían anteriormente.

La iglesia regida por el clero secular ya no trató a los naturales con el respeto y consideración que anteriormente se les daba.

Con la independencia de México la evangelización ya no se encuentra bajo el Patronato de los reyes de España y la Iglesia establece lazos directos con la Santa Sede.

 

Papel del Clero en la Independencia

El clero representó un papel fundamental en la guerra de independencia (1810-1821). La crisis política de la independencia dividió al clero en dos grupos:

1.- Gran número de religiosos, la mayoría de ellos nacidos en España, y gran parte de los obispos, nombrados por el Rey, permanecieron fieles a la Corona.

2.- El clero secular criollo y regulares criollos, disgustados por el monopolio del clero “español” sobre los cargos y oficios importantes, se mostró partidario de la independencia.

La Iglesia siguió con poder de criticar y señalar los que en usos y costumbres de los pueblos originarios, estaba mal de acuerdo a su visión

Con la promulgación de las Leyes de Reforma (1859-1863), se consumó la separación de la Iglesia y el Estado. Desde entonces la Iglesia no tiene poder de controlar, criticar y dirigir legalmente los usos y costumbres de los pueblos.

 

Catolicismo Popular: Sincretismo de dos Culturas

Las peregrinaciones y festividades, donde cargan a las imágenes de santos y la Virgen María en vez de los ídolos prehispánicos son manifestaciones del catolicismo popular. Muestras de la cultura de los pueblos, producto del sincretismo. Ejemplo de este sincretismo son los rituales y conmemoración solemne de los días de muertos, estas  son manifestaciones muy bellas de la cosmogonía y antropogonía de los pueblos originarios, y se deben respetar estén de acuerdo o no con lo que enuncia la Iglesia.

Recuerdos de mi juventud temprana: Si la memoria no me falla, el Concilio Vaticano II se realizó entre 1962 y 1965 y allí hubo pronunciamientos de varios obispos señalando que la religiosidad latinoamericana era idolátrica, entre ellos Hélder Cámara, arzobispo de Recife, Brasil y Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca, México.

En la Catedral de Cuernavaca se retiraron las imágenes de santos y oleos que muchos consideraban muy valiosos. La finalidad era promover una religiosidad con centro en la eucaristía: el centro de la religión católica es la eucaristía: Cristo, Dios Vivo.

Intentos de una nueva evangelización, pero en la realidad, en las culturas de los pueblos, el catolicismo popular sigue venerando imágenes de santos y de la Virgen María, sustitutos de los ídolos prehispánicos, y muy poco se mira hacia la eucaristía….

Concluyendo, los usos y costumbres de nuestros pueblos, a pesar de las críticas, son muy hermosos y debemos respetarlos y admirarlos.

Debemos tener presente que el catolicismo popular surge por la síntesis entre sabiduría, cultura y religiosidad popular, y es un humanismo que afirma la dignidad de toda persona humana como hijo de Dios. Sus elementos negativos (superstición, magia, fatalismo, ritualismo, ignorancia, etc.) no oscurecen sus muchos elementos positivos, todo esto gracias a la evangelización por los misioneros franciscanos y dominicos, con los elementos religioso-culturales propios de los pueblos indígenas: celebración de los misterios cristianos, veneración a María, a los santos y a los difuntos, conciencia de pecado y necesidad de expiación, capacidad de celebrar la fe en forma expresiva y comunitaria, sentido del trabajo y de la fiesta, sentido de la propia dignidad…

Mucho más se puede comentar de las hermosas culturas populares, sus festividades y ceremonias