Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
La Adulación, es Hija de la Ignorancia
CHOLULA.- Como humanos, todos estamos expuestos a cometer errores de todos tamaños. Pero hay unos que trascienden por años, décadas y hasta por siglos. Los movimientos sociales que en México han acontecido, han sido aciertos encabezados por personajes con claro sentido patriótico. Ese patriotismo que los esclavos del dinero han menospreciado siempre.
LA REVOLUCIÓN MEXICANA DE 1910, considerada actualmente como la 3T, fue una transformación netamente popular y espontánea, obligada, tal vez, por el cansancio de soportar tanta injusticia, ejercida por una dictadura añeja, cuyo esqueleto ya se estaba desquebrajando, apolillado por el tiempo y carcomido por su actuación. El error de ese movimiento, fue dejar en manos de los caudillos militares, su destino y desarrollo futuros. El poder se trasladó simplemente, de unas manos militares a otras manos militares.
¡Viva Zapata, Jijos del Maiz!
La participación y capacidad civil en esta lucha, fueron muy limitadas, en monto y calidad. Es por eso que la milicia, tomó en sus manos el destino nacional, prolongando la lucha y el divisionismo, hasta la fecha. Esto último, estimulado por tantos partidos políticos “Patitos” que han surgido, sin razón alguna; bueno, eso de “Sin razón alguna”, es relativo, porque la realidad es que su objetivo es EL DINERO Y PODER.
La mística de la lucha social, está totalmente olvidada por la mayoría de ellos, optando por un cinismo que cobija su interés económico y que demuestra claramente su intención. La 4T, según parece, va por el mismo camino de la postrevolución mexicana. Todo se está resolviendo con la intervención de las fuerzas castrenses, entre ellas, el aeropuerto, las aduanas, los puertos, el ISSSTE, la seguridad, el Tren Maya y otros rublos de la vida nacional. ¿Será que el ejército es la única institución impoluta e incorruptible? La historia dice que no.
El destino nacional, se está poniendo nuevamente en manos del ejército, pero ¿hasta cuándo durará su gracia? Con tantos cuarteles que se están construyendo por toda la nación, sería peligroso que llegara otro Porfirio Díaz u otro Huerta a tomar el mando militar. Daría al traste con la 4T y retomaríamos la interminable lucha de los mexicanos. Solo lo decimos como probabilidad y crítica preventiva.