Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
El que Hace la ley, Hace la Trampa
CHOLULA.- Hace unos días, se vio a LOZOYA (Delincuente protegido), disfrutar una cena en un restaurant de lujo. Esto da a entender que la ley no es pareja. Porque sí está preso, pero no; o no, pero sí. O sepa la bola cómo manejan la ley los que están a su cargo. Si Juan Pueblo se hubiese robado la diez billonésima parte de lo que este señor hizo, ya estuviera refundido en las mazmorras más profundas de algún penal, sin derecho a fianza, sol, visita conyugal y hasta sin cigarros faros, hambreado, con sed y frío, además de las madrizas que les dan a los jodidos.
No es pues JUSTA, la justicia, en México. Mejor dicho, para el amolado no existe, es exclusiva del potentado. Pero no solo es el caso de Lozoya. Se sabe que los grandes ladrones (Que no han perdido su respetabilidad) siguen sueltos, disfrutando de la vida, viajando, chupando acompañados de bellas damas, mejor dicho: bellas mujeres, gastando lo que todos sabemos que se robaron y nadie hace nada, más que señalarlos.
Échenle Maíz al Gallo, Manque se Acabe la Anega
Muchos pensamos que independientemente de los sentimientos nobles de la “No venganza” de nuestro Presidente, nadie debe estar por encima de la ley, como él lo repite; acaba de salir una larga lista de personajes que sacaron grandes fortunas a paraísos fiscales ¿Y qué? En la mayoría de los casos no corresponden esas fortunas a los ingresos que devengaban ¿Y qué? Si agregamos a la lista a los diputados que recibieron moches por aprobar la reforma peñista, son muchas las personas o mejor dicho, las ratas del erario, que andan sueltas en las calles como si nada hubiese sucedido. Mas los Dórigas, los Krauses, las Gordillos y otros del pasado y actuales, que si la fiscalía no se apura, seguirán así y se reproducirán por los siglos de los siglos. LA IMPUNIDAD SIGUE. ASÍ ES NUESTRA LEY.