Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
Para Mentir y Comer Pescado, Mucho Cuidado
CHOLULA.- Los que somos aprendices o aficionados al periodismo, estamos expuestos a las críticas de nuestros lectores y eso es bueno. Solo que se requiere que con su ejemplo, nos puedan decir lo que deberíamos hacer, para tenerlos a todos contentos. La libertad de opinión y de prensa, es un derecho inalienable de todo ser humano que quiera hacerlo o practicarlo. Hasta la más humilde opinión y trinchera, merecen respeto, pero también el rigor de la crítica honesta. Los fundamentos de tantos tópicos que cada quien maneja, son de acuerdo a un análisis y opinión propios a veces reforzados por información ajena, entre ellas, la lectura. Hoy, se refuerzan también por algunas redes sociales serias, que bien se distinguen cuando lo son. Si alguien nos critica, es buena señal de que se está cubriendo el objetivo, que es la de exponer una idea frente a otra, para despertar la polémica y tratar de buscar la razón o la verdad de las cosas.
Nadie es Dueño de la Verdad Absoluta
No soy partidario de hablar de mí, menos de auto alabarme, pero desde el año 1953, en un periódico que yo fundé “PENSAMIENTO JUVENIL” en la Escuela Normal Urbana Federal, escribí mi primer artículo. He colaborado en muchos medios y revistas y sin embargo, NUNCA ME HE SENTIDO O LLAMADO PERIODISTA.
Tengo mi credencial del CLUB DE PERIODISTAS DE LA REPÚBLICA MEXICANA, situada en Filomeno Mata 8, CDMX, pero nunca he hecho uso de ella. Es decir, admiro mucho a los grandes, para que con mi afición, PROFANE ESE TÍTULO. Además no vivo de eso, mi gusto es y ¿Quién me lo va a quitar? Es pues alentador que haya quien no compagine con mi opinión; no puedo hablar de las ajenas, porque no las conozco, pero cuando lo crean conveniente, podemos platicar sobre ellas. Para eso son y su objetivo, es encontrar la razón en el justo medio.