Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA
Con Dinero Baila el Perro
CHOLULA.- Las remesas que nuestros hermanos mexicanos mandan a México, están ayudando temporalmente a la economía nacional. Y digo temporalmente, porque no creo que sean eternas. Todo es cíclico. Las generaciones de braceros, van a trabajar con el objetivo de ayudar a sus padres y familia, para sortear la pobreza que han padecido, arriesgando sus vidas.
La carestía de todo y el ansia de poder tener lo que otros menos desventurados, hace optar por ese desarraigo familiar y de su patria. Tendrán un ciclo, en el que su poder físico les ayude a obtener el papel verde, pero no durará tanto y es posible que dejen de mandar sus remesas, o simplemente porque sus padres ya fallecieron y su familia también emigró y ya no tiene a quien mandarle.
Este caso puede ser por generación, más que personal. Otra causa sería la norteamericanización, es decir, los hijos nacidos allá, ya no tendrían a quien mandar remesas y sus costumbres cambiarían por la AMÉRICAN LIFE, muchos sentimientos también y poco a poco, el desarraigo se incrementará sin remedio, no obstante que muchos padres se preocupan por recordarles sus raíces. Y es natural, si hasta en mismo México estamos influenciados por raras costumbres extranjeras.
No te Atengas a lo que no Tengas
Es pues, un comentario, para tratar de hacer ver que las remesas, algún día, si no desaparecen, sí tendrán que disminuir considerablemente, por lo que no hay que estar atenidos a ellas. Cierto que han ayudado a paliar en gran medida la economía nacional, sobre todo en esta época de pandemia, pero tenemos que comprender que no pueden ser eternas. Las políticas internacionales cambian y una mala decisión para nosotros, podría ser de graves consecuencias económicas. Nuestro futuro no debe estar sujeto a decisiones ajenas. Debe ser sólido, para las nuevas generaciones.