“Profesionales comprometidos con el éxito de nuestros clientes”
Por: Mtro. Néstor Rubén HERNÁNDEZ LÓPEZ
EL MEJOR MOMENTO PARA MÍ EMPRENDIMIENTO.-¿Te has preguntado alguna vez cuál es el mejor momento para emprender?
A lo largo de este último año en el que cientos de personas se han visto afectadas en el tema económico y laboral por razón de la pandemia, es muy común hablar de EMPRENDIMIENTO y es que la propia condición nos ha obligado a poner ¡manos a la obra!, a cuestionarnos sobre ¿cómo podré salir adelante con todos estos cambios? ¿qué puedo o debo hacer? ¿cuál será el momento más adecuado para emprender?
Y si bien es cierto que el temor a lo desconocido habitualmente es el más grande reto a vencer, debemos destacar que las principales excusas o justificaciones de las personas que no se atreven a dar este paso habitualmente tienen que ver con
la edad, el momento de crisis, la época del año, la falta de liquidez para invertir o incluso el sector económico al cual estará dirigida la actividad que desean realizar.
Es por ello que, si alguna vez has pensado en emprender tu propio negocio y le das vueltas y vueltas, lo has postergado por meses o incluso años, porque nunca consideras que es el momento correcto, la recomendación es detenerse a pensar si ¿realmente estás decidido a apostar por ti? El punto es que debemos aceptar que no existe un momento correcto para emprender; no existe un momento exacto. Por el contrario, somos nosotros mismos quienes debemos crear “el momento ideal”. Primero, teniendo muy claro el contexto que vivimos, ya que la mayoría de los emprendimientos nacen simplemente por la idea desbordada de hacer algo que nos gusta o apasiona, y debe resaltarse que esto no es suficiente, es de suma importancia conocer que es lo que el mercado está buscando, quien o quienes realizan algo similar y de qué manera se puede mejorar este producto o servicio para lograr así captar la atención de los clientes y segundo, proponiendo al mercado algo relevante e innovador, algo que, a pesar de existir, represente para nuestro cliente un diferencial; aprovechando que siempre habrá un lugar reservado para quienes hacen la diferencia. Siempre hay gente dispuesta a apostar por aquellas empresas, productos o marcas que resuelven un problema
constante o que llenen un vacío en sus clientes.
Razón por la cual debemos tener presentes en todo momento estos 5 puntos de auto evaluación:
1. ¿Cuáles son los intereses y deseos de nuestros clientes?
Esto significa ir más allá al hablar solo con nuestros conocidos o familiares cuando se trate de hacer una valoración objetiva sobre nuestro negocio; observar la conducta de las personas, hablar con ellas sobre nuestro servicio o producto, y estar atentos a todo aquello que debemos atender y mejorar para brindar siempre, un mejor servicio.
2. ¿Qué está haciendo nuestra competencia?
Evaluando a aquellos competidores con productos o servicios similares hasta alternativas que, sin ser exactamente iguales, también funcionan. Estudiando sus propuestas de valor, lo que ofrecen, a qué precios venden, qué canales de comunicación y difusión utilizan, en pocas palabras ¿qué y como lo están haciendo?
3. ¿Cómo hacer para que la gente nos conozca?
La invisibilidad es el peor enemigo de nuestro negocio, es de vital importancia para un proyecto de nueva creación que las personas que están buscando este producto o servicio, sepan de nuestra existencia, razón por la cual debemos ser muy audaces en la forma de hacernos presentes; pues muchos emprendimientos fracasan porque no lograron que suficiente gente conociera las propuestas para atender sus necesidades o deseos
4. Mantente alerta
La capacidad de ver claridad donde otros solo pueden ver oscuridad, es lo que te hace una persona diferente y como consecuencia exitosa. Conoce tu servicio o producto, tendrás más argumentos y conectarás mucho mejor con tu mercado. Les podrás hablar con claridad de los diferenciadores y podrás entender las necesidades de los clientes. Recuerda que las oportunidades no son una cuestión de suerte, sino que son producto de una actitud sensible al entorno y a los cambios.
5. Identifica tu diferenciador o propuesta de valor
Esto significa reforzar lo que estamos atendiendo mejor que nuestros competidores y que es importante para nuestro cliente. Aquello que lo motive a pensar que ha encontrado eso que había estado buscando, a continuar con nosotros, siempre teniendo muy claro que esta diferenciación no es válida si se autoproclama, por el contrario, la contundencia o efectividad de nuestro trabajo deberá siempre ser reconocida por nuestros clientes con su preferencia, su recomendación y su lealtad.
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