CHOLULA.- Se escucha por ahí que el covid-19, está resurgiendo, y el número de casos de enfermos va en aumento poco a poco. Pareciera que el gobierno busca ocultar la realidad, nada nuevo por cierto, sin embargo médicos empleados en el sector salud, ya comentan con sus familiares y conocidos, que la situación no es para alarmarse, pero si para tomar medidas preventivas, lo primero que se debe de hacer es usar el cubre-boca cuando anden en la calle, cuando tengan que estar en un lugar donde se concentra un buen número de personas, el lavarse las manos de manera frecuente y usa el gel antibacterial. Esta enfermedad no está en todos los municipios, se ha detectado, según cifra oficial en por lo menos 5 municipios donde las autoridades sanitarias están trabajando a efecto de evitar se extienda. Todo mundo sabe lo peligroso del virus, así que lo mejor es tomar medidas preventivas, actuar de manera responsable y evitar se tengan que tomar medidas drásticas como en el pasado, de los ciudadanos depende no llegar a esos extremos. ¿Será? Se escucha por ahí que comerciantes ambulantes llegados de otras tierras, buscan la manera de apoderarse de las calles del centro de la ciudad y en la periferia del mercado y los tianguis, situación que preocupa a los comerciantes establecidos, puesto que son una competencia desleal para ellos. Los encargados de evitarlo, son los inspectores de Normatividad y Regulación Comercial, y se les ve andan pidiendo a los comerciantes ambulantes se retiren, teniendo que soportar insultos, agresiones verbales y hasta físicas. Incluso se hacen circular videos en donde esos comerciantes fuereños se tratan de hacer víctimas, luego de que no respetan los reglamentos a los cuales se someten a los comerciantes cholultecas. Hay quienes aseguran que esos comerciantes fuereños, son invitados por algunos “grillos” defensores de Cholula y aspirantes a presidente municipal, para que se vengan a instalar, pareciera ser “fuego amigo” no contra quien encabeza el gobierno, sino contra los mismos cholultecas. ¿Será? Se escucha por ahí que poco a poco de nueva cuenta comerciantes establecidos, buscan apoderarse de las calles colocando distintos objetos para que nadie se estacione frente a su local comercial, piensan que la calle es parte de local o algo parecido. Otros lo hacen en las banquetas, poniendo anuncios para atraer la atención de los clientes potenciales, ciudadanos quienes se molestan porque el espacio designado para ellos y puedan transitar por la ciudad de manera segura, se ven invadidos o cuando quieren estacionar su carro, no lo pueden hacer por el estorbo ahí colocado. Muchos de esos comerciantes demandan servicios, piden apoyos; sin embargo atentan contra la libertad de los ciudadanos, libertad de tránsito, del libre paso, y si algún servidor público les pide retirar sus estorbos, o incluso si los retira el servidor público, se tornan primero violentos, agresivos, y luego se victimizan y acusan en redes sociales a esos “corruptos, prepotentes, abusivos, etc.”, de empleados, a los cuales incluso discriminan. ¿Será? Se escucha por ahí que siguen las quejas de ciudadanos contra ciclistas quienes circulan en espacios destinados a peatones, o lo hacen en sentido contrario y sin precaución alguna. Es un tema permanente en las conversaciones de muchos ciudadanos, en especial en aquellos que sufren fricciones con esos ciclistas. Muy cierto, es un medio de transporte totalmente económico, pero se debe de respetar un reglamento de tránsito, se debe de respetar al peatón, quien sobre todos tiene preferencia de paso. Si en las calles de la ciudad, es un riesgo el ir en sentido contrario, o sobre una banqueta o zona peatonal como lo son los andadores en la zona del parque central, lo es aún más en vialidades de alta velocidad como la recta a Puebla, Forjadores de Puebla, carretera a Huejotzingo o la que va a Tonantzintla. Conductores de automotores, les piden a esos ciclistas que así como han exigido respeto para con ellos, respeten a los demás, y cuando se vean involucrados en un hecho de tránsito, reconozcan su culpa por ir en sentido contrario, por dar vuelta sin precaución o bien cruzarse de un carril a otro, sin ver si lo pueden hacer. Apegados al reglamento de vialidad, hacen un corte de circulación y son responsables del accidente. No por ser ciclistas quedan exentos de culpa, como muchos lo creen. El respeto se gana, no se impone. Abuuuuuuuuuuurrrrrrrrrr.