Regresa la Invasión de Calles

CHOLULA.- Se escucha por ahí que no hace muchos días, autoridades municipales se fajaron los pantalones y empezaron a retirar todos los estorbos que ponen comerciantes sobre las banquetas e incluso en las calles, medidas que de menara general aplaudió la ciudadanía, porque no faltaron quienes le vieron el lado negativo y sintieron se tratan de actos de represión, buscan victimizarse. Lo cierto es que esas calles de la 2 Poniente, entre la 3 y la 9 Norte, además de verse distintas, despejadas de estorbos, son espacios seguros para los ciudadanos, en especial para las personas de la tercera edad, los abuelitos y abuelitas, y personas con alguna discapacidad, vaya hasta para los jóvenes quienes tienen que ir cargando sus compras. Lo increíble es que no han pasado muchos días, y poco a poco empiezan algunos comerciantes a sacar y poner de nueva cuenta sus estorbos, se justifican con que no estorban, que no tienen espacio al interior de su local comercial, y muchas cosas más. Simplemente son personas en contra de toda autoridad, de toda norma, se sienten no solo los dueños de todo, sino seres superiores a quienes nadie les puede decir nada que vaya contra sus intereses personales. ¿Será? Se escucha por ahí que los ciudadanos que requieren de sus espacios seguros, como lo son las banquetas, esperan se ponga de nueva cuenta orden, no se permita que esos comerciantes que ni de Cholula son, sean ya sancionados para que aprendan, dicen que el palo ajeno hace al hijo bueno. Y de paso se limpien más calles. El riesgo de dejar a esos comerciantes invadir los espacios públicos, es que poco a poco le van ganando espacio al ciudadano, y cuando se den cuenta se estaría en un retroceso, allá hace unos 11 años aproximadamente, hubo una autoridad municipal, que abrió nuevos espacios para el comercio semi-establecido, logró mediante el diálogo y la razón, recuperar las calles que cada miércoles y cada domingo, eran invadidas por comerciantes ambulantes, y no se puede permitir que de nueva cuenta lleguen de otras partes a imponer su santa voluntad, bajo el amparo de  un par de regidores, que están orquestando la ingobernabilidad. ¿Será? Se escucha por  ahí que en algunos lugares de manera un tanto sutil, invaden la banqueta para llamar la atención de los clientes potenciales que pasan frente a su negocio, y han colocado unas bancas de madera. Otros ponen alguna silla, esto pegado a la pared, pero siguen invadiendo las banquetas. En el bulevar Forjadores, ocurre lo mismo, ahí se invaden banquetas con estructuras de los talleres y negocios que ahí se asientan, además de la ciclovía. Vecinos de la zona, esperan se ponga orden también en esa zona del municipio. ¿Será? Se escucha por ahí que el tianguis que se instala los límites del barrio de Jesús Tlatempa, y la colonia Lázaro Cárdenas, cuando no son días de tianguis, hay comerciantes de ambos lados de la vía, que también ponen sus estorbos. El reclamo de los peatones es el mismo, dejen libres las banquetas. ¿Será? Se escucha por ahí que ante la falta de seguridad pública, ausencia de la policía municipal, los ciudadanos han tenido que armarse de valor y encarar a los delincuentes, los cuales se dedican a cometer delitos a lo descarado en cualquier punto del municipio de San Martín Texmelucan, en donde lo mismos, lo asaltan en pleno de la ciudad, que en las orillas, por la noche o durante el día, en un negocio establecido que en una iglesia y hasta en el panteón, de donde se han estado llevando las cruces metálicas colocadas por los dolientes en las tumbas. Vecinos de El Moral, ya tienen a unas cuadrillas de vecinos, alertas para salir a ponerles un alto a los ladrones, detenerlos y mientras que llega la policía, -péguele al ladrón-, así que entre más se tarden los municipales en llegar a cumplir con su deber para con los ciudadanos, más sufre el presunto ladrón, el cual corre el riesgo de ser linchado. ¿Será? Se escucha por ahí que en Huejotzingo, se están organizando las peleas de perros, claro de manera clandestina, la autoridad se hace la “vista gorda”. La crueldad de esos encuentros, comentan, hasta enchina la piel, al ver como se desgarran los animales, mientras que sus dueños, gozan y más si va ganando su perrito, eso significa le dejará un buen billete. En muchas partes, se castiga con cárcel y multa pecuniaria, a quienes maltratan a los perros, ahí en Huejotzingo, ninguna autoridad está enterada, menos hará algo para evitar esas agresiones. Abuuuuuuuuuuuuurrrrrrr.