CHOLULA.- Cuando ingresamos a Alcohólicos Anónimos (AA) la gran mayoría no imaginamos todo lo que podemos lograr a través de la práctica del programa, el cual consta de tres legados, de tres partes interrelacionadas, pero concentrémonos en la primera parte, lo que conocemos como los doce pasos.
A medida que conocemos cada paso nuestra recuperación se vuelve más sólida, nuestra personalidad también va cambiando, claro esto requiere entender que los pasos son principios que van de lo más sencillo a lo más complejo y que su práctica requiere tiempo y constancia. Ningún paso se contradice entre sí, tampoco se contradicen con las doce tradiciones, ni estas con los doce conceptos para el servicio mundial.
El primer logro que se observa a la vista de todos lo que nos rodean es que desde el primer paso detenemos una enfermedad que puede llevarnos a la muerte, sin embargo, su ingesta es solo un síntoma de una enfermedad más profunda, De esta forma si persistimos en asistir al grupo, un día la obsesión por beber desaparece y si continuamos conociendo cada paso que sigue empezara realmente un cambio en nuestra personalidad. Llegaremos a vivir en un plano espiritual.
Dejar de beber es el principio de una nueva vida, este proceso lleva tiempo, en ocasiones hay dolor, al saber porque se bebe, pero es aquí donde decidimos entre morir a causa del alcohol o vivir sobre bases diferentes, si la decisión es continuar inicia el camino hacia una vida útil y feliz.