Queriendo, Todo se Puede

“Sospechosismo” 182-C

Por Octavio RODRÍGUEZ FIGUEROA

CHOLULA.- Recordé una plática cuando estudiante, de los agregados de cultura y comercio de la República de Checoeslovaquia, allá por los años 60, cuando fuimos comisionados mi amigo Raúl García y un servidor, para acompañarlos, a visitar la región lacustre de Pátzcuaro. Fue muy ilustrativa su plática, no obstante lo picoso que sintieron al probar una zanahoria en escabeche, que se limpiaban la lengua con su pañuelo, para nosotros era insípida. Nos platicaban sobre la resistencia de su pueblo contra los nazis, donde ellos participaron directamente.

También de la Ciudad de LÍDICE, de la cual los alemanes NO DEJARON UNA PIEDRA SOBRE OTRA  PIEDRA, esa era la consigna de Hitler. Y así fue y en eso quedó. Se redujo a nada, como represalia por la resistencia ciudadana checa. Hoy es una ciudad nueva, moderna, levantada con orgullo y como símbolo de la defensa de su patria.

La Necesidad, Aguza el Ingenio

Pero para la resistencia, requerían armas y para las armas ACERO y no tenían mucha producción de ese metal. Pero emprendieron una intensa campaña de obtenerlo, a base de hornos en cada hogar y lo sorprendente es que llegaron a ser los primeros productores de acero a nivel mundial a base de fundiciones domésticas y muchas veces clandestinas, por el patrullaje nazi. Aunque fue un chispazo temporal, lograron su objetivo y salvaron su patria de la invasión nazi.

Se me ocurrió contar este recuerdo, porque es digno de hacerlo y porque nos puede servir de ejemplo a los mexicanos en momentos críticos, como el que estamos pasando. Aunque también tenemos nuestra propia historia. Con menos recursos y malos gobiernos, hemos salido delante de situaciones parecidas. Hoy somos los que llevamos mejores estadísticas sobre el covid19 a nivel mundial, no obstante los ataques de la reacción, neoliberales y X, Y y Z.