Por Aldo COSTILLA ROJAS
CHOLULA.- La explosión de la noche del pasado domingo a causa de un taller clandestino de pirotecnia en la junta auxiliar de Zacatepec perteneciente al municipio de Juan C. Bonilla, más allá de la tragedia, representa un gran desafío al sistema estatal y municipales de protección civil.
En la mayoría de los municipios en el Estado de Puebla el tema de protección civil es asignatura pendiente ya que en muchos casos no hay capacitación suficiente y se carece de protocolos de actuación ante diferentes incidentes. Retomando el incidente del polvorín, este medio tuvo acceso a una conversación con elementos del ejército presentes en la zona cero quiénes comentan que el área de explosión fue manipulada y que no se levantó un inventario de los objetos encontrados entre los escombros tras la detonación. El divorcio entre autoridades y la falta de protocolos de colaboración, la ausencia de conocimiento de la autoridad municipal complican las maniobras de rescate y el protocolo legal para fincar y/o deslindar responsabilidades.
Esta lamentable situación la vivimos año tras año en momentos previos a las fiestas decembrinas cuando aumenta considerablemente el uso de juegos pirotécnicos y demás artificios hechos a partir de la pólvora. Lamentablemente la población no ha comprendido que el manejo de estos productos se debe realizar con estrictas medidas de seguridad y que se debe notificar a la autoridad de la existencia de estos talleres para estar prevenidos en todo momento y así actuar de una manera eficiente cuando llegara ocurrir un accidente. Cuando en la fórmula se suma una población irresponsable que no actúa correctamente en la manipulación de la pólvora y otros explosivos y le sumamos un sistema de protección civil en el que no hay inversión y que se ve a sus directivos como asignaciones políticas de segunda, tenemos como resultado un descuido y una respuesta muy lenta ante desastres como el que vimos en el vecino municipio de Juan C. Bonilla.
El reto más importante es dejar de ver escenas como está cada año lo que es posible si el sistema de protección civil no solamente se dedica a atender hechos consumados sino que trabaja desde una perspectiva de la prevención, sensibilizando, creando conciencia y colaborando responsablemente con la fiscalía y con las policías municipales para evitar la proliferación de talleres que manipulan explosivos fuera de la normativa de los municipios. Por lo tanto es indispensable que los alcaldes inviertan en este departamento colocando al frente a elementos con profundo conocimiento de la causa y con una gran responsabilidad que a corto plazo significa una gran inversión en prevención y en protección de las y los pobladores de nuestros municipios.
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