Por Héctor ARRONTE
Cholula merece paz
CHOLULA.- Ser una ciudad en la que una mujer o una niña pueda salir a caminar por sus calles a cualquier hora del día o de la noche, con la certeza de que regresará sana y salva a casa donde las familias puedan mandar a sus hijos a las escuelas sabiendo que estarán bien.
Los caminos para construir paz son muchos, se puede construir paz con guerra, con castigos, con cadenas o con un tejido social basado en valores.
Construyendo Paz a través de la Educación en Valores y el Tejido Social
Desde esta óptica, la búsqueda constante de sociedades más justas y armoniosas, la educación emerge como una poderosa herramienta para construir puentes hacia la paz. Alimentar las mentes jóvenes con valores fundamentales como la empatía, la tolerancia y la solidaridad, es crucial para gestar una cultura de respeto mutuo.
La educación en valores actúa como cimiento para una convivencia pacífica al cultivar la comprensión entre individuos de diversas procedencias y perspectivas. Cuando se inculcan principios éticos desde temprana edad, se forma una base sólida para la construcción de sociedades resistentes a la discordia.
El secreto de la paz está en nuestros hogares.
El sentido de pertenencia se erige como otro pilar esencial. Fomentar la conexión emocional con la comunidad fortalece los lazos entre sus miembros.
Al percibirse como parte integral de una sociedad, las personas tienden a cuidar y proteger su entorno, generando un ambiente propicio para la convivencia pacífica.
Amar a Cholula es construir paz.
El tejido social, por su parte, se configura como el entramado de relaciones interpersonales que sostiene una comunidad. Al potenciar la cohesión social, se construyen espacios donde el diálogo y la colaboración florecen, desplazando a la violencia y la desconfianza.
La paz no es la ausencia de conflicto, sino la presencia activa de valores arraigados en la educación y un tejido social sólido. Invertir en la formación de ciudadanos conscientes, con un sentido de pertenencia arraigado, es construir cimientos para un futuro donde la paz no sea solo un anhelo, sino una realidad palpable.
Una Cholula en paz es posible, y tú y yo juntos podemos construirla.