COLULA.- A partir del 1 de junio, se retomarán las actividades laborales, para lo cual hay que diseñar estrategias que eviten contagios
Desde marzo las empresas pararon sus actividades ante el coronavirus, quedando abiertas sólo las de primera necesidad, situación que comenzará a cambiar el 1 de junio con el retorno de forma escalonada anunciado por el gobierno del país, pero ¿cómo hay que hacerlo?, ¿cómo será la nueva realidad?
En la nueva realidad, habrá muchos retos a vencer, pero también muchas oportunidades que ayudarán a tener un mejor presente, así lo considera Claudio Kandel, director general de DiSí Operaciones.
En retos, expresó a El Economista, el más fuerte es la falta de liquidez de las empresas. Para ello, las medidas tomadas por el gobierno mexicano son ofrecer créditos para los pequeños negocios para que puedan cumplir con la nómina, las rentas de sus negocios u otros pagos que tengan y que en este momento no puedan realizar.
De igual manera, vender será diferente. En estos meses su comportamiento ha cambiado de diferentes formas y una vez que reinicie la actividad, tendrán otras necesidades, formas de acercarse a las marcas y realizar las compras.
En las buenas noticias es que surgirán más opciones de financiamiento y las tasas de interés pueden ser menores. Por ejemplo, cuando comenzaba la crisis, el Banco de México redujo su tasa clave de interés en 50 puntos base, llegando a 6%, que se espera disminuya a 5.50%, de acuerdo a anticipaciones de Citibanamex.
Otra ventaja que la pandemia deja es que se tendrán mayores fortalezas, se corregirán problemas que antes no se habían detectado y se podrá innovar, desde los modelos de negocios, las experiencias de compra a los clientes, hasta la oferta de productos y servicios. Las formas de trabajo también cambiarán y habrá más trabajo remoto, nuevos lineamientos de convivencia, flexibilidad de horarios y mayor tecnología.
EL SANO RETORNO
La crisis económica surgió por una de salud, por lo que recuperarse no será catastrófico como la crisis financiera Global de 2008 ocasionada por el colapso de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Ahora, el reto es adecuarse a nuevas formas de relacionarse.
De acuerdo al anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador, la nueva normalidad iniciará el 1 de junio, aunque desde el 18 de mayo comenzó en los “municipios de la esperanza”, los que registran menos casos de contagio. En los días restantes, los demás estados deberán adecuar las medidas de seguridad para reabrir y para ello, el gobierno emitió los Lineamientos técnicos de seguridad sanitaria en el entorno laboral.
Primero, las empresas deben designar un comité o persona responsable de la implementación, seguimiento y supervisión de las medidas para la Nueva Normalidad en el marco del Covid-19. Posteriormente, identificar si el negocio entra en el apartado de actividades esenciales e identificar el color de semáforo en el que se encuentre la región donde esté la empresa.
Después hay que definir las acciones para el personal. Se deben dar capacitaciones de medidas de seguridad, higiene, limpieza y cuidado personales y de instalaciones. Correos electrónicos, infografías, carteles o videos, son de gran ayuda.
La implementación de tecnología para mejorar el trabajo remoto es vital y para saber cómo comenzar, se puede acceder al kit de herramientas elaborado por la Secretaria del Trabajo y Previsión Social.
POLÍTICAS TEMPORALES
Al retomar actividades, se deberán aplicar medidas en relación al semáforo de alerta. En fase roja (máximo nivel de contagio), hay que promover el uso de trabajo remoto y evitar reuniones masivas mayores a 50 personas.
Se requieren barreras físicas entre las personas, con una distancia mínima de 1.5 metros considerando los frentes y laterales del espacio de trabajo. Lo ideal es escalonar los turnos y horas de comida.
Una opción es el transporte de personal, alternando el uso de los asientos para garantizar la sana distancia.
EVITAR CONTAGIOS
La prioridad de las empresas deben ser los empleados, por lo que las personas en condición de vulnerabilidad no deben presentarse al centro de trabajo, con la posibilidad de continuar sus labores a la distancia. También se deben simplificar los trámites de incapacidad y hay que eliminar los descuentos por ausencia.
No hay que olvidar generar un mecanismo para seguir la salud de los colaboradores, por ejemplo, tomar la temperatura cada cierto tiempo (no debe ser mayor a 37.5°C), garantizando el suministro de agua, jabón, toallas desechables y gel antibacterial, y solicitar el uso de cubre bocas. La ventilación no debe faltar.
Para conocer los protocolos completos, los lineamientos ofrecen guías con las medidas que las micro, pequeñas y medianas empresas deben seguir, según su tamaño.
Compromiso con Resultados *JMR … Aquí y Ahora. Agradezco sus correos y comentarios estratega.jmr@gmail.com Oficinas en la 6 Poniente N° 922-A.