Por Modesto VÁZQUEZ SOTO
CHOLULA.- Y así fue como se quedó sin nada, Alejandro Oaxaca, su secretario, su amigo, su brazo derecho, lo dejó a un lado, herido en su ego y en su futuro ya nadie lo pelaba, ya saben viva el Rey muera el Rey, así es la gente y como un día dijo el mismo Francisco Castillo, todo se lo debía a su maestro, Miguel Blanca García, el traicionar a Oaxaca, le costó a Francisco en su gobierno sangre sudor y lágrimas, a por qué ganó las elecciones municipales, claro con ayuda del amasiato PRI y PAN, fue en verdad grotesco a las obras que estaban haciendo el gobierno del PAN, en el centro de Cholula les pusieron la banderita del PRD y obvio dividió el voto que le dio el triunfo a un pueblerino, el primero en vencer democráticamente a los fifis cholultecas, para esta hazaña porque lo fue, no, no crean que fue tan fácil a Francisco le cerraron las puertas, fue a tocar a los candidatos con los que compitió y ninguno le abrió la puerta, le hicieron groserías, así que tuvo que recurrir a jóvenes promesas del PR, obvio y fue así que formó un muy buen grupo, empezamos con Gregorio Porras, Francisco Covarrubias, Isauro López, Miguel Barona, y bueno hasta Pepe Taylor, Gabino Percino y Epigmenio Rojas, El Pólvora, no entro, también para su desgracia llevo como regidora a Sarah Chilaca, y porque lo digo pues como les decía fue en verdad muy difícil gobernar para Don Francisco Castillo, ya que se unieron para sabotear y malograr su gobierno si y en verdad que por poco lo consiguen, ya que teniendo Oaxaca la asesoría de su buen amigo Mario Marín, pues la asesoría y los tips le llegaban de primer orden para detener los planes y trabajos de Don Francisco, y con ayuda de todos se reunían en secreto en el hotel de Pablo Jiménez, antes de cada cabildo y ahí a Sarah Chilaca le daban la información, que ella le hacía llegar al regidor panista, para bloquear y trabar todas las acciones del presidente municipal, así estaban las cosas, y no es broma fue muy cierto, un día a este regidor panista le preguntaron por Sarita y su respuesta fue, que esa mujer habría que hacerle un altar era su santa patrona a ella le debía todo, hasta que se topó con el ingeniero y director de obras públicas Jacinto Ruiz y de tremendo guamazo que le puso ya no le quedaron ganas de seguir fregando, bueno el buen regidor acudió a su abogado y demando al ingeniero quien fue despedido con aplausos del H. Ayuntamiento