“La locura en medio…”
Por: Sandra Liliana MARTÍNEZ ZANELLA
ARKANSAS, USA.- Estaba lloviendo fuertemente en las Playas de Cancún, Quintana Roo; la marea subía, “Alerta” en la Ciudad, está en bandera roja todos deben ser desalojados se avecina una gran tormenta, el aire sopla fuerte, los rayos estallan en la noche, todos en pánico tratan de salir, el tráfico se amontona en la avenida, tratan de llegar al albergue.
Una Familia queda atrapada en medio de esta situación; una casa pequeña en la que se encuentran Alfonso; reconocido “Laboratorista Marino”, quien investiga las algas para la curación de la piel, era muy tarde para salir de su hogar, su hijo Gael había llegado de la Escuela Nocturna y de milagro alcanzo a su padre quien aún no abandonaba el hogar, por esperar a su amada esposa.
¿Qué ha pasado aquí? Gael observa a su Padre que aún no se prepara para salir, todo está listo, linternas, agua, alimento, ropa, medicamentos y no hay forma de salir, su auto no funciona. ¿Dónde esta Mamá? Aún no llega Rebeca no puede avanzar en el tráfico, ella es “Policía Criminal”, nadie sabía que padece de una depresión, sin estar en su hogar le da un shock psicológico de indecisión, un vacío infinito, ganas de ya no seguir en la vida. ¿Qué está pasando? Todo le da vueltas en ese instante, siente que ya no hay razón porque vivir.
¿Qué sucede? No por favor no me ataquen, la lluvia está en pleno apogeo, no hay nadie que la ayude a encontrar su realidad, Rebeca está en peligro de perder control sobre si misma, ella esta encerrada en el auto, no puede salir, no puede avanzar, siente un bloqueo mental que se apodera de ella, de pronto….
Un relámpago la hace reaccionar, después de lágrimas e indecisión, ve la foto de Alfonso, Gael y ella. La mente es tan poderosa que le falto poco para olvidar que tiene una familia que la espera…
El Océano sigue su curso, la marea sigue subiendo, Rebeca tiene que llegar a su hogar para reunirse con los suyos, las olas golpean fuertemente la bahía, las carreteras inundadas, tras un largo recorrido llega y se da cuenta que Alfonso y Gael decidieron esperarla al mismo tiempo que se reunieron, tuvieron que quedarse encerrados, ya no hay tiempo de salir, las olas están azotando la ciudad, los nervios familiares crecen junto con la desesperación de protegerse así mismos. Todos corren a resguardarse en el ático, las olas llegan contra los hoteles y restaurantes de la bahía la casa se encuentra en una de las lomas de Cancún, aun así les toca fuertes oleajes y viento, hay muchas pérdidas materiales pero gracias a Dios no hay pérdidas humanas, solo animales desaparecidos, hubo una reacción a tiempo en la evacuación de turistas y gente que vive por los alrededores.
Sin embargo: Alfonso, Rebeca y Gael quedaron atrapados por algunos días en su hogar, mientras el equipo de rescate los localizó y pudieron llegar hasta donde vivían. Ellos sobrevivieron de milagro, sin comunicación y apenas con algo de alimentos lograron rescatarlos. Alfonso tuvo una lesión en su pierna al tratar de subir al ático pero fue llevado al hospital con una fractura de tobillo, el hijo estaba en buenas condiciones y la esposa fue integrada temporalmente en un hospital mental, para analizar su caso de depresión temporal, ya había tenido algunos días tristes, pero ignoro lo que su cuerpo le estaba dictando, así es que fue un caso raro de “Locura en medio de la tormenta.”