Por Nancy LUNA
CHOLULA.- Año con año las plazas públicas del país son ocupadas por miles de mexicanos para dar el Grito de Independencia, un acto que conmemora uno de los momentos clave para el nacimiento de México como una nación independiente, sin embargo, en un inicio la lucha no tenía esa intención.
En “El Grito de Dolores” el cura Hidalgo no hizo un llamado a la lucha por la independencia, sino a la lucha contra el mal gobierno virreinal y a la defensa del Rey Fernando VII quien se encontraba prisionero de los franceses que habían invadido España.
Si bien Hidalgo y las cabezas de Los Insurgentes no buscaban la expulsión total de los españoles, la lucha que comenzaron el 16 de septiembre sirvió como detonante para expresar los reclamos del pueblo, conformado por una gran cantidad de campesinos.
De esta manera, lo que comenzó como un movimiento político, de a poco se transformó en un movimiento social, el cual tres años después, con José María Morelos y Pavón al mando, se quitaría la máscara y dejaría de tomar el nombre de Fernando VII como su razón de lucha.
EL PRIMER FESTEJO
El 16 de septiembre de 1812 en el edificio Chapitel del poblado de Huichapan, en lo que hoy es el estado de Hidalgo, el General Ignacio López Rayón conmemoró por vez primera “El Grito de Dolores”, pero la primera celebración de “El Grito” en Palacio Nacional se llevó a cabo en 1824 encabezada por Guadalupe Victoria quien el 10 de octubre de ese año se convertiría en el primer presidente de México. Desde entonces, cada septiembre las calles del centro de la Ciudad de México se adornan con banderas y escudos nacionales en preparación para el festejo que juega un papel fundamental en la formación de la identidad nacional de los mexicanos.