Por Alejandro MARIO FONSECA
CHOLULA.- Sucede que desde que Vicente Fox, el “bufón de la casa presidencial” llegó al poder, el sistema político mexicano cambió y el Presidente ya no detenta el poder absoluto.
Ahora lo comparte con los gobernadores, los partidos políticos, el capital financiero internacional y una estrecha plutocracia nativa; y aunque ya en menor medida, también con los medios de comunicación, la Iglesia y el Ejército.
Y resulta que todos estos personajes y grupos tienen sus propios intereses y le apuestan sus cartas a aquél candidato que les garantice seguridad. Por no hablar de la continuidad del dinero fácil que, para todavía no pocos, garantiza la corrupción y la impunidad. Pero además el Presidente sigue siendo el “mandamás”.
Así que ahora el “presidencialismo mexicano” ya no es incompatible con la existencia de pequeños mandamases. Y él Presidente también tiene una segunda difícil tarea, la de alinear o negociar con todos aquellos que lo desafíen, incluso sus propios correligionarios.
Y aquí es donde entra la hipótesis, de las falsas expectativas. ¿Tendrá López Obrador la suficiente capacidad como para obligar a los “nuevos mandamases” a corregir sus excesos, sus abusos, sus excentricidades y demás vicios?
No lo creo, y la prueba está en que ni siquiera cuenta con la capacidad para participar con sus propios candidatos. Siempre ha echado mano de priistas, panistas y demás y al parecer lo seguirá haciendo. Recordemos lo que pasó hace ya más de 3 años en Puebla.
¿Cambiar para seguir igual?
Tomo la noticia del diario La Jornada de Oriente. Dos ex militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se quedaron con las dos candidaturas que registró MORENA para el Senado de la República en Puebla.
En el primer lugar de la fórmula se registró al diputado federal Alejandro Armenta Mier y en el segundo a la ex funcionaria federal Nancy de la Sierra Arámburo.
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) dio a conocer la decisión en una reunión que sostuvo con los ganadores de las posiciones y los aspirantes descartados. (24/11/2017).
¿Y quiénes fueron los descartados? Nada menos que Gabriel Biestro Medinilla, Fernando Jara Vargas y Miguel Guerra Castillo, liderazgos de larga trayectoria en el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, fundador y actual dirigente nacional de MORENA.
Así que dos avezados priistas, además “marinistas”, Armenta Mier y Nancy de la Sierra, están en el Senado de la República enarbolando la bandera de la Regeneración Nacional, de la honestidad valiente, de la austeridad republicana, etcétera.
Y hoy en día, aunque nos falta mucho por ver, está sucediendo lo mismo con la designación de los candidatos a diputados y a presidentes municipales, las noticias son las mismas: el “Peje dedazo” está en su máximo apogeo.
Se trató y se sigue tratando de una señal supersticiosa de los acontecimientos políticos que seguimos viviendo. Y es que ¿dónde quedó, ya no digamos la “democracia” (las famosas encuestas), sino la lealtad y el respeto hacia la propia militancia?
La democracia ¿una superstición?
¿Qué es la democracia? se preguntaba Jorge Luis Borges allá por el año 1976. Y el argentino gigante de las letras, se contestaba jocosamente que la democracia es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.
“¿Usted cree que para resolver un problema matemático o estético hay que consultar a la mayoría de la gente? Yo diría que no; entonces ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política?
La verdad es que no entienden, y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, sobornando, en suma.
Para mí ser político es uno de los oficios más tristes del ser humano. Esto no lo digo contra ningún político en particular. Digo en general, que una persona que trate de hacerse popular a todos parece singularmente no tener vergüenza. El político en sí no me inspira ningún respeto. Como político.»
Borges es demoledor por eso resulta catártico. Pero existe otra interpretación de los hechos, más weberiana, más maquiavélica. Sería aquella en la que AMLO y su secta de iluminados por fin entendieron que solos no podrán cambiar este país.
Según esto, la 4 T de AMLO no ha fracasado, avanza muy lentamente y Morena sigue careciendo de estructura partidaria en gran parte de México, y en donde la tiene es muy raquítica. Puebla no escapa a esta realidad y aunque no todos, los líderes auténticos de Morena son desconocidos para la mayoría de los poblanos.
Si no presentan pruebas: es guerra sucia
Este hecho, combinado con la herencia del morenovallismo en la entidad, ha traído como consecuencia que muchos priistas y perredistas hayan quedado en el limbo de la política, esperando que un ángel piadoso les tienda la mano para regresar al paraíso de la clase política en el poder. Es el turno del PAN.
Para terminar este escrito me voy al orden municipal, al caso del morenovallista, panista y ahora candidato de MORENA Julio Lorenzini. ¿Será qué verdaderamente les dará más votos que cualquier otro candidato auténtico de MORENA? Lo dudo, en estos tres años las cosas no han cambiado mucho, pero estamos aprendiendo. Para mí y para no pocos, Tonantzin Fernández sería mejor candidata.
Y es que ahora después del enfrentamiento del perredista Barbosa (por MORENA) y del académico Enrique Cárdenas (por el PAN) por la gubernatura poblana, algo nos quedó muy claro a los cholultecas: que más vale investigar quienes son los candidatos ya que los partidos políticos están muy quemados.
El perfil de Julio Lorenzini es bueno, pero no suficientemente sólido. No son pocas las voces que reprueban no nada más sus brincos partidarios, sino también su ética como ser humano. Sí sólo es guerra sucia mal, y si no lo es peor, pero tendrán que presentar pruebas.
Lo más grave es que corre el peligro de que si los que lo postularon retiran su candidatura, van a empañar todavía más su imagen. Así que puede ganar, pero las dudas seguirían en el aire. ¿Si este morenavallista llegara a la Presidencia Municipal de San Pedro Cholula, estaría dispuesto a renunciar a los privilegios y canonjías que se disfrutan allí?
Y para terminar, regreso a la metáfora con moraleja. ¿Son AMLO y sus allegados ángeles piadosos o diablos maquiavélicos? Yo creo que las dos cosas, cada una en su momento. Sin embargo, aquel que le apuesta su cabeza al diablo, corre el riesgo de perderla.