CHOLULA.- Hoy en día nos encontramos inmersos en una real crisis institucional, la historia a lo largo del tiempo derivada de una lucha continuada por hacer efectiva la democracia es la que ha ayudado a generar un amplio consenso acerca de los principios, pero también de las instituciones básicas que definen los regímenes democráticos. En esta concepción, las exigencias que se derivan del Estado de Derecho forman parte indesligable del núcleo de lo que hoy entendemos por democracia, y aquellos sistemas políticos en los que se celebran elecciones, pero cuando no se respetan esas exigencias son considerados democracias defectuosas o regímenes no democráticos.
Andrés Manuel López Obrador se autoproclamó el defensor de la democracia, expresó que no mencionaría a partidos políticos durante la veda electoral, para no interferir en el proceso electoral, pero dijo que no callará en algunas cosas del tema electoral, que denunciará la compra de votos, argumentando “tengo que defender la democracia” y esperamos que sus denuncias sean también contra sus mismos candidatos de MORENA, qué de verdad sea imparcial en sus palabras no sólo con los opositores. Por qué como decían los abuelitos de antes… “lo que es parejo, no es chipotudo” ¡haaa! pero no terminó ahí, también dijo que la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales y los Órganos Electorales están obligados por ley a vigilar y sancionar este tipo de delitos, pero que ahora ya pueden descansar un poco, pues él estará vigilando, como anillo al dedo justifica sus palabras para tener el pretexto perfecto y poder seguir hablando de la elección del 6 de junio ¿entonces es o no es; se abstiene de opinar o habla; ni es de aquí, ni es de allá; cantinfleando y contradiciéndose cómo siempre.
Pero se le olvida que él como gobierno, debe sacar las manos del proceso electoral no puede ser juez y parte al mismo tiempo, cree que los mexicanos somos ingenuos o nos trata como tal; el respeto a estas reglas del juego, es el que otorga la legitimidad de los resultados.
En momentos de crisis, resulta casi imposible solucionar los problemas mediante un cambio en esas reglas del juego, los que quieran defender la democracia tienen que ser conscientes de que cuando una parte rompe unilateralmente esas reglas, atenta contra la democracia, aunque esa ruptura esté avalada por muchos partidarios dispuestos a apoyarla en la calle esgrimiendo otros principios en los que también se fundamenta la democracia, lo más cordial que el mandatario federal pudiera hacer, es tener un buen juicio, prudencia y sacar las manos del proceso electoral, aunque no muy extendidas son más necesarias que nunca para la pervivencia de la propia democracia. Se trata de evitar que quien tiene que resolver sobre alguna controversia, asunto prioritario lo haga sirviendo a sus propios intereses (político), despreciando los de otros (opositores), en lugar de atender a los que la justicia (temas de gobierno), en este caso los temas prioritarios que acogen al país y dejar a un lado el proceso electoral. Cómo quien dice zapatero a tus zapatos…