Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- El partido de MORENA y su coalición se ha visto involucrado en escándalos delictuosos, los casos más recientes son de los morenistas David Monreal, candidato al gobierno de Zacatecas, quien fue videograbado en público al tocarle las nalgas a Rocío Moreno, candidata a presidenta municipal de Juchipila. Y el de Saúl Huerta Corona, diputado federal quien estaba en busca de su reelección, detenido en un hotel de la ciudad de México apenas el 21 de abril, y acusado de ataque sexual contra un menor de edad, él excandidato a reelegirse quien fue detenido en el hotel de la ciudad de México apenas el 21 de abril, y acusado de ataque sexual por un menor de edad y fue liberado.
El líder de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, anunció que solicitará el desafuero de Huerta Corona. Pero la secretaria general del partido, Citlalli Hernández, sólo pidió al legislador que pida licencia para enfrentar el proceso. Renunció a su candidatura para reelegirse.
Carlos Peredo Grau, candidato a presidente municipal de Teziutlán, Puebla, acusado de apología de la violencia contra mujeres y de violencia de género.
Por el otro lado también tenemos postulados por el Partido del Trabajo a Gerardo Fernández Noroña, diputado federal postulado a la reelección en el quinto lugar de la lista de la quinta circunscripción plurinominal. El 20 de enero la Sala Superior del Tribunal Electoral confirmó que Fernández Noroña cometió violencia de género contra la diputada Adriana Dávila Fernández. Se ordenó a Noroña ofrecer una disculpa pública, entre otras medidas, para reparar el daño, y advirtieron que de no cumplir sería incluido en el registro de violencia política de género que le impediría volver a un cargo de elección.
En este proceso electoral sin duda alguna contaremos con políticos involucrados en actos delictuosos en contra de la paridad de género, violaciones, abusos, golpeadores, deudores de pensión alimenticia, pero al final quien tendrá la última decisión de llevarlos al poder, cuando depositen su voto de confianza hacia estos personajes políticos serán los mismos ciudadanos y de ser los elegidos a ostentar el cargo no se vale después quejarse, pues sobre advertencia no hay engaño y como dice esa frase popular cuando el rio suena, es porque agua lleva. Tiempo al tiempo mis estimados lectores, México se merece políticos con valores y principios morales por mínimo como requisito, pues el respeto es la base de la sana convivencia.
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