CHOLULA.- Una de las razones que me llevó a buscar ayuda en la terapia del Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos fue el constante miedo que me ocasionó encerrarme en la casa, así como los nervios y la ansiedad de que algo malo me iba a suceder.
Por más de seis meses había visitado varios especialistas, entre ellos un psiquiatra que me recetó tranquilizantes, sin embargo no logré sentirme bien y las consultas eran demasiado costosas; así que acudí a la iglesia de mi religión, pero tampoco conseguí estar tranquila.
Por último, antes de llegar a la agrupación visité “las limpias” porque llegué a pensar que alguien me estaba haciendo daño, que seguramente alguna persona que me odiaba se estaba vengando de mí, pero tampoco pude sentirme mejor así que decidí asistir al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos a partir de ese momento, cambió mi vida.
En la medida que fui asistiendo a las sesiones, me recuperé. El miedo se fue transformando en tranquilidad. El verme identificada con personas que sentían lo mismo me confortó y me ha permitido acabar con la soledad que padecí por mucho tiempo. Atrás quedaron los tranquilizantes y otros lugares donde acudí para sentirme bien