México tierra de grillos

Por Salvador ESPINA

chavaespinagarzon@hotmail.com

¿Traición a la patria o traición al presidente?

CHOLULA.- Durante el mes de abril del presente año, hemos visto un par de reveses al proyecto de nación presidencial y a la mal llamada Cuarta Transformación de México. Más allá del significado que estos hechos podrían haber producido en materia económica, social, industrial, etcétera, destacan las consecuencias políticas que están sufriendo los que no comparten la visión del presidente y del partido en el poder.

Los acontecimientos sobresalientes de este mes fueron dos: la pobre respuesta en la consulta de revocación de mandato, en la que solamente se registró una participación efectiva del 17.87% según cifras del INE. Así como, el freno a la reforma constitucional en materia eléctrica.

El par de reveses ha causado una sacudida al seno del partido en el poder, puesto que, a pesar de seguir con la mayoría en prácticamente todas las trincheras, ya no se tiene la misma sensación de autoridad absoluta en las decisiones nacionales que poseían al inicio del sexenio.

¿Será que el presidente y sus seguidores sienten inseguridad, miedo o impotencia para imponer su voluntad? Ciertamente, podemos ver un cambio de actitud en los políticos de MORENA, aunque de ellos nunca se esperó mucha altura ni clase, sin duda, se suponía lo mínimo en cuanto a la capacidad de dialogar y generar consensos.

Esta impotencia, sumada a la incompetencia de sus actores, los ha llevado a tomar acciones de violencia en contra de la oposición. Amenazas, amedrentamientos y humillaciones públicas hacia las y los legisladores opositores han sido las represalias. Lo que ha llevado a los diputados de los partidos antagonistas, al punto de tener que dormir en el recinto parlamentario para evitar bloqueos, sufrir agresiones a sus casas de enlace ciudadano, tener que concluir sesiones por la exagerada cantidad de insultos, e incluso, las amenazas en las que se incita a agredir con el discurso de la violencia, hacia estos personajes.

Más allá de todas esta represión, lo grave del asunto que ya coquetea con los regímenes autoritarios es la intolerancia superlativa, al grado de llamar, y no en pocas ocasiones, “traidores a la patria” a los que piensan diferente al líder, que en este caso es el presidente López Obrador. Y peor aún, este mensaje de violencia es el comunicado oficial, como lo hemos visto en conferencias de prensa, de los dirigentes de MORENA. La situación preocupa mucho, porque estamos degenerando en que la violencia y el miedo se vuelvan las herramientas oficialistas para sacar la agenda adelante. Así las cosas. Hoy, oponerse a los caprichos del presidente se considera traición a la patria, ni más ni menos.