CHOLULA.- Se escucha por ahí que un problema social son sin lugar a dudas las personas enfermas de alcoholismo, los llamados popularmente “teporocho”, quienes han perdido todo, patrimonio, familias y hasta dignidad, por el alcohol, han ido en aumento y se ven los grupos en diversas partes tanto de la ciudad, como al interior del municipio. Todos ellos saben que padecen de la enfermedad del alcoholismo, todos ellos sufren lo mismo, y todos ellos se niegan a aceptar ayuda, y día a día, se dedican a ingerir alcohol de dudosa calidad, y por muy económico que es, para ellos es un reto de todos los días, el conseguir dinero para poder ir a comprar su anforita que les dura no más de un día. Y lo mismo son hombres que mujeres, ésta en menor proporción, se la pasan en un algún parque, en el centro de la ciudad o algún barrio o junta auxiliar, libando su bebida, a sabiendas que en cualquier momento quedarán sin vida, ya sea de manera, digamos natural, o bien porque alguno de ellos, al alucinar por tanto alcohol en su cuerpo, en su cerebro, le puede dar muerte. Nada se ha hecho por ellos en años, y poco se podrá hacer, solo verlos ahí, darles por lastima alguna moneda, o ignorarlos como lo hace la mayoría de la sociedad. ¿Será? Se escucha por ahí que hay en ese grupo de adictos al alcoholismo, sujetos agresivos, sujetos quienes no aceptan los mal vean, ya que se sienten ofendidos y encaran a quienes consideran su enemigo. Madres de familia consideran que alguien, alguna autoridad los debería de retirar de las calles, sin embargo son ciudadanos, quienes tienen el mismo derecho que los demás para estar en donde quieran, y mientras que no cometan un delito, o una falta administrativa, no se les puede retirar, además de que no existe un lugar en donde tenerlos, en donde ayudarles a dejar esa adicción. Si sus familias decidieron dejarlos en su enfermedad, si ellos no tienen la voluntad para dejar el vicio, nadie más lo podrá hacer. ¿Será? Se escucha por ahí que continúan quejas de ciudadanos porque su espacio para anda seguros por la ciudad, como son las banquetas, siguen siendo invadidas por comerciantes. No solo en el perímetro del mercado municipal, sino en otras calles se pueden ver todo tipo de objeto en la banqueta. Personas de la tercera edad, los abuelitos, así como personas con alguna discapacidad, son quienes más sufren cuando se tienen que desplazar caminando de un lugar a otro, hay banquetas en donde prácticamente ellos no pueden pasar por esos estorbos, entonces se tienen que bajar a la calle, con el riesgo de ser atropellados. Se mencionan algunas calles, como es la 2 Sur, entre Av. Morelos y la 3 Oriente, Av. Miguel Alemán entre la 5 y la 11 Poniente-Oriente, la 5 Sur entre la 3 y la 7 Poniente, la 5 Norte entre Av. Hidalgo y la 4 Poniente. Así mismo en el centro de Momoxpan, en Cocoyotla, en el barrio de Jesús, piden se haga respetar la ley y respeten el espacio del peatón. Y también están aquellos quienes ven la calle, el arroyo vehicular como una extensión más de su local comercial, y también ponen objetos diversos, vaya algunos hasta una maceta, para apartar el lugar para el dueño o dueña del negocio, personajes enemigos del caminar, pero que cuando les toca no poder estacionar el carro donde necesitan, porque hay un estorbo, se molestan, se sienten humillados, reprimidos. ¿Será? Se escucha por ahí que se han terminado las vacaciones, y el próximo lunes regresarán a clases miles de escolares. Con ello un problema de todos los días en casi todas las escuelas, grupos de padres de familia parados a las puertas de la institución, tratando de ver hacia el interior del plantel, algo que no se logra, pero si llegan a estorbar en el paso de los pequeños y más cuando ya se hace tarde y deben de correr para lograr entrar. Hay padres de familia quienes piden se despejen las banquetas, que dejen el paso libre a los pequeños, y si tienen que platicar entre padres de familia lo hagan en un lugar donde no estorben, los escolares se lo agradecerán. Importante también es educar a esos menores de edad, para que no caminen en la calle, es decir en el arroyo vehicular, lo deben de hacer en las banquetas, y si se topan con estorbos de algún negocio que busca captar clientes, lo reporten a las autoridades municipales. ¿Será? Se escucha por ahí que los conductores no se estacionen en doble fila frente a las escuelas, para esperar a sus polluelos a que salgan del edificio escolar y se pueden ir. Eso provoca el caos vial, pero además irrita a quien no puede pasar, y con el calor que se siente a la hora de la salida, es mayor el grado de irritabilidad, que puede terminar en insultos y golpes. Como dicen por ahí, hay que respetar para que respeten. Abuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrr