* La fiesta de la embriaguez, data desde época prehispánica * Capilla Real, la sede oficial de la tradición
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- El próximo lunes se estará celebrando una de las tradiciones principales en la cultura cholulteca, “La Tlahuanca”, la “embriaguez espiritual”, misma que se viene transmitiendo desde la época prehispánica, teniendo como escenario oficial la Capilla Real o Capilla de Naturales, con la participación de los 10 barrios católicos, los cuales acuden encabezados por su mayordomo y la imagen patronal.
Tlahuanca, palabra que significa “borracho”, es una fiesta que se celebra el 4to lunes de la cuaresma, siendo una ceremonia profano religiosa, con la participación de los 10 barrios, siendo el Mayordomo de san Pedro de Ánimas, el encargado de su realización.
En los dos últimos años, por efectos de la pandemia, no se pudo celebrar, por ello ahora se espera con ansias dicho evento, que inicia al mediodía del lunes, con la de todos los barrios, llevando en hombros la imagen patronal de cada uno de los barrios, y tomando su lugar, el cual se respeta, esperan el momento en que el párroco los recibe en la puerta de la Capilla Real o de Naturales, para sí ir ingresando hasta llegar al altar de san Pedro de Ánimas, y depositar la imagen en el lugar indicado.
También están presentes los alumbradores, quienes con enormes cirios van abriendo el camino de las imágenes. Y todos ahí, atentos a la celebración, en la cual se recuerda a todos los Mayordomos Patronales, y Tiachcas, quienes han dejado este mundo. En un momento de la homilía el mayordomo de san Pedro de Ánimas, con sus ayudantes, hace la entrega de una cruz especial, elaborada en madera, y pintada de negro, como muestra de agradecimiento a cada uno de los Mayordomos y Principales, así a los alumbradores por su asistencia.
Finalizada la misa, se hace una procesión dentro del templo, en cada esquina se rezan responsos por las almas de quienes en su momento sirvieron a la iglesia con un cargo en su barrio.
Mientras tanto afuera, están las tinajas con el pulque, en el pasado se servía en jícaras, como era la tradición y solo era para quienes habían participado en la ceremonia eucarística, hoy se sirve en vasos y se da uno a cada persona que aguarda en el atrio.
Los Mayordomos reciben su jarro con el néctar de los dioses, y así camina hasta el lugar que tienen designados y que de igual manera se respeta el mismo, dentro del atrio, para ahí compartir el pan y la sal, con los hijos del barrio, y algún invitado especial que tengan ellos, solamente.
En los últimos años, le han dado un toque turístico, pero sin explicar realmente como son las costumbres, y hay quienes piensan que por hacer acto de presencia, tienen derecho de que les den de comer, y como no es así, se van un tanto molestos.
Este tipo de celebraciones, aunque no sean vistas como agradables por muchos, preservan las tradiciones milenarias de nuestros antepasados. «Hay restos de la cultura olmeca, totonaca y cholulteca, lo que ha originado una gran continuidad de este tipo de celebraciones», indicó Torres Cuautle. La fiesta de la embriaguez, la Tlahuanca, es un reflejo del consumo del pulque y de su importancia en nuestra cultura. En Cholula hay restos prehispánicos que siguen revelando el papel fundamental que tenía en la vida de nuestros antepasados.