La Piñata

Por Nancy LUNA SORCIA

CHOLULA.- Son dos las versiones acerca del origen de las piñatas; una de ellas se remonta a la antigua China, en específico a Los viajes de Marco Polo. En este libro el mercader relata que en una de sus travesías por Asia observó cómo se rompía la figura de un buey relleno de semillas para celebrar el Año Nuevo chino.

Fue él quien llevó la tradición a Italia, donde se adaptó para conmemorar la cuaresma, de ahí pasó a España y, finalmente, los españoles se encargaron de traerla al Nuevo Mundo y dar un nuevo significado de las piñatas.

La otra versión le adjudica el origen a la civilización maya, se dice que practicaban un juego con los ojos vendados, este consistía en colgar con una cuerda una olla de barro llena de cacao y tratar de romperla.

Marco Polo ha sido considerado como la persona que llevo esta tradición a Italia. Cuando las piñatas llegaron a Europa en el siglo XIV, se adaptaron a la celebración de la Cuaresma. El primer domingo se convirtió en «Domingo de Piñata». En Italia, la palabra «pignatta» significa «olla frágil». Esta tradición luego llego a España, donde al primer domingo de Cuaresma se le llamó «Danza de la Piñata». En España se usaba una olla de barro que era decorada con cintas y se le añadían papeles con flecos y se envolvía alrededor de la olla.

Para algunos historiadores, sin embargo, la tradición de la piñata en México se originó de los antiguos mayas y aztecas, quienes jugaban a un juego que consistía en romper una olla de barro que se balanceaba por medio de una cuerda, con los ojos vendados. Estas ollas de barro se colocaban en un poste en el templo que en ocasiones se llenaba de granos o frutas que representaban la abundancia o los favores otorgados por el dios. A la llegada de los españoles a México, los misioneros también trajeron la versión europea de la piñata que se utilizó para atraer a los nativos a sus ceremonias católicas.

La piñata como la conocemos hoy fue introducida por los misioneros españoles en México alrededor del mismo tiempo en el que las posadas se originaron en Acolman de Nezahualcóyotl, Estado de México. Las primeras piñatas originalmente tenían la forma de una estrella con siete picos. Cada pico representaba los siete pecados capitales y los colores brillantes de la piñata simbolizaban la tentación.

Hoy en día, niños y adultos golpean la piñata hasta que se rompe y los dulces y juguetes que están dentro de ella se derraman. Hasta hoy en día las piñatas suelen a tener la forma de estrella y se utilizan para diversas celebraciones, aunque también hay piñatas con formas y personajes muy creativas.