La historia del crimen organizado en México

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- La violencia ocasionada por el crimen organizado, así como sobre la lucha gubernamental contra estas organizaciones, también tiene importantes carencias que deben tomarse en cuenta. La historia contemporánea del crimen organizado en México, sí resulta muy valiosa.

Existen pocos trabajos al respecto, muchos menos trabajos que aborden la corrupción institucional y prácticamente nada sobre la evolución de las organizaciones criminales. Adicionalmente, señala que no es posible entender el fortalecimiento de las organizaciones criminales sin entender la falta de desarrollo social, la falta de oportunidades individuales y sociales, por lo que las organizaciones criminales no pueden entenderse en sí mismas, sino que deben estudiarse en un contexto con fallas institucionales del Estado.

En la primera mitad del siglo XX los principales mercados de drogas se relacionaban con la producción de amapola y de marihuana. Por un lado, el negocio de la heroína se desarrollaba a través de redes de chinos, sin constituir grandes organizaciones criminales y que empleaban a mexicanos para organizar la venta de droga; sin embargo, los mexicanos desplazarían violentamente a los chinos en el control del negocio. Por otro lado, el negocio de la marihuana tenía una mayor producción que la heroína, se encontraba mucho más disperso en múltiples zonas rurales y su producción se apoyaba en fuertes redes sociales que protegían a los productores y distribuidores, lo cual condujo a que las organizaciones criminales se especializaran en la organización y en generar la logística necesaria para exportar y controlar las principales rutas de acceso a los EUA. El principal factor es la capacidad financiera de los grupos criminales para sobornar a las autoridades municipales y federales encargadas de perseguirlas.

La violencia ha sido una característica del crecimiento y fortalecimiento de las organizaciones criminales. Al respecto, señala que, al tratarse de un mercado ilegal, la única manera de hacer valer los acuerdos y de establecer o imponer orden, es a través del uso de la fuerza representada por la violencia. Sin embargo, un elemento decisivo para que florezca la violencia es la debilidad institucional del Estado para imponer el Estado de Derecho y para generar desarrollo económico y social, destacando el hecho de que, en este periodo, se construyeron importantes instituciones para el país, pero no se avanzó en materia de seguridad y justicia.

En la década de los ochenta. el grupo más importante era el de Sinaloa, asentado en Guadalajara y por ello denominado Cártel de Guadalajara, que articulaba a múltiples organizaciones regionales de manera estable. Sin embargo, las organizaciones regionales con posiciones más estratégicas se fortalecieron y comenzaron a enfrentarse por tratar de mantener el control de sus regiones o por alcanzar el control de toda la organización.

En la última parte del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI las organizaciones de Ciudad Juárez, de Tijuana, del Golfo-Zetas, Los Valencia o Milenio, La Familia Michoacana, de Colima y de Sinaloa, destacando los conflictos por las plazas de Tijuana, Ciudad Juárez, Tamaulipas y Michoacán. Actualmente debido a las grandes ganancias que genera este acto delictivo se ha extendido por todo el país han encontrado varias formas de financiarse como olvidar el huachicol y el huachigaseo, y por la escases de agua en Nuevo León también trafican con este vital líquido.

En el actual gobierno se destaca cómo el proceso de democratización y descentralización en México ha dificultado la lucha contra el narcotráfico y obliga al Estado a adaptarse a este nuevo contexto, enfatizando las siguientes cuestiones: a) los problemas que ha generado en materia de coordinación la descentralización en materia de seguridad pública; b) cómo la mayor autonomía de los estados y municipios ha dificultado la capacidad del gobierno federal para implementar sus políticas y programas; c) cómo la pluralidad en el Poder Legislativo ha obligado a negociar los proyectos de ley que requiere el gobierno para adecuarse a los nuevos contextos, entre otras cuestiones que han derivado del proceso de democratización del sistema político mexicano.

En pocas palabras, el narcotráfico ha rebasado la capacidad de gobierno morenista, porque Andrés Manuel López Obrador dijo abrazos no balazos, nuestro ejército mexicano está atado de brazos, donde los delincuentes tienen más derechos humanos que los propios civiles quienes son víctimas de: secuestros, trata de personas, tráfico de órganos, narcomenudeo, narcotráfico, asesinatos, robos etc. México sufre de una gran inseguridad y Dios nos agarre confesados.