Por: Dr. Omar Josué ROJAS VÁZQUEZ
CHOLULA.- Mucho se ha dicho que el suicidio es la puerta falsa o la salida fácil, sin embargo, desde el punto de vista fisiológico, las alteraciones neuroquímicas presentes necesarias para llegar a la ideación, planeación y ejecución, no tienen nada que ver con sencillez o falsedad, no quiere decir en ningún momento, que esta columna o su autor justifique tal acto, sin embargo, lejos de condenar, se debe comprender y empatizar, y más allá de eso, se deben buscar, por los canales pertinentes, la ayuda necesaria una vez identificado al paciente con rasgos depresivos.
Este mes de septiembre, como desde hace muchos años, se conmemora el cuidado de la salud mental y prevención del suicidio, siempre los temas referentes a ello se han considerado como tabú para muchas personas, sin embargo, conviene recalcar algunos puntos para borrar paradigmas.
Debemos entender que el cuidado de la mente es igual de importante que el cuidado de la salud del resto del cuerpo, no debemos escatimar esfuerzos en tener la mente sana, todos los tabúes que representa la salud mental deben ser derribados, uno a uno, una persona con depresión no es menos fuerte que alguien que no la padece, o cree no padecerla. La depresión no siempre se verá reflejada, ni será fácilmente identificable, muchas veces un suicida ríe, canta, socializa sin problema antes de llegar a la comisión del mismo.
Como médicos de primer nivel, es nuestro deber identificar a los pacientes potencialmente depresivos para brindar la orientación, consejería, medicación y derivación correspondiente, la evidencia muestra que más de la mitad de los pacientes que cometieron suicidio acudieron a consulta de primer nivel, probablemente no pidiendo ayuda, pero brindando la atención adecuada, seguramente se pudo haber observado algún rasgo distintivo, por ello es conveniente utilizar escalas adecuadas y autorizadas para evaluar la depresión, ansiedad y estrés en el primer nivel de atención.
Mucho se ha dicho sobre el poder de la mente, y el autosabotaje que puede jugar en contra de la misma, también se ha hecho hincapié en demasía sobre el control que se debe tener, la duda real aquí es ¿cómo controlar algo que se dice tan poderoso y que puede doblarnos en cualquier momento? La estabilidad mental es algo que muchos damos por hecho, o simplemente ignoramos, dejándonos llevar por el poder de algo que no hemos podido entender al 100%.
La paradoja de la ciencia consiste en demostrar que puede ser tan grande el poder de nuestra mente que cure sin necesidad de medicamentos, pero a la vez estamos tan racionalizados que no comprendemos más allá de los números y evidencias frías, es esta rigidez de criterio lo que ha generado tantos estigmas sobre la salud mental, no poder volver tangible lo intangible general un perpetuo conflicto para quienes no son capaces de ver más allá de lo lógico.