La covid-19 y la violencia contra la mujer

Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO

CHOLULA.- La violencia de pareja y la violencia sexual son el resultado de factores que se producen a nivel individual, familiar, comunitario y social que interactúan entre sí y aumentan o reducen el riesgo de que se produzca. Algunos se asocian a la comisión de actos de violencia, otros a su padecimiento, y otros a ambos.

Entre los factores asociados con la violencia de pareja como con la violencia sexual, se encuentran los siguientes el Bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de violencia sexual); Exposición al maltrato infantil; Haber presenciado escenas de violencia familiar; Trastorno de la personalidad antisocial; Uso nocivo del alcohol; Comportamientos masculinos dañinos, como el tener múltiples parejas o actitudes de aprobación de la violencia; Normas comunitarias que otorgan privilegios o una condición superior a los hombres y una condición inferior a las mujeres; Escaso acceso de la mujer a empleo remunerado; Bajos niveles de igualdad de género.

Pero también hay factores asociados específicamente a la violencia de pareja tales como los propios Antecedentes de violencia; Discordia e insatisfacción marital; Dificultades de comunicación entre los miembros de la pareja y Conductas de control de la pareja por parte del hombre.

Afectando la perpetración de violencia sexual, la creencia en el honor de la familia y la pureza sexual; las ideologías que consagran privilegios sexuales del hombre; las propias sanciones jurídicas insuficientes ante actos de violencia sexual como la discriminación legal.

Toda sociedad sufre una desigualdad de género y la aceptabilidad normativa de la violencia contra la mujer, la causa de profunda de este problema es la violencia. Esta violencia daña no solo emocionalmente, destruye a la familia y daña la Salud Física de la persona que lo vive en carne propia toda mujer merece vivir libre de violencia, no más violencia de pareja (física, sexual y psicológica) no más agresiones sexuales, no más maltrato mental, no al abuso sexual ni a la reproducción a corto y largo plazo la mujer es dueña de su propio cuerpo y tiene derecho a decidir si procrea hijos o no.

Los hijos merecen crecer en un ambiente sano y de bienestar. La violencia genera un alto costo social y económico para las mujeres, sus familias y la sociedad. Esta violencia puede inclusive llegar a casos extremos de depresión y pueden incitar a la víctima a recurrir al suicidio, o peor aún al homicidio de algún ser querido por tratar de defenderse contra la agresión, o venganza, no hay nada más horrible que ser un espectador de violencia cuando se es niño y no poder ayudar o defender a una madre violentada o a un hermano maltratado y crecer con el trauma de impotencia de por vida.

Por ello de la importancia de la concientización del día de la no violencia contra la mujer, por que somos esposos, somos hijos, somos padres de familia, tíos de alguna familia y debemos proteger a nuestras hijas, sobrinas, etc.

En encierro en casa por el COVID-19 nos midió en paciencia, tolerancia, respeto, hacia con los demás integrantes de la familia, no ha sido fácil, pero debemos resistir y persistir en cuidarnos y no bajar la guardia, aprender a vivir con esta nueva modalidad, ya casi se termina el año 2021 y el próximo deberá ser mucho mejor.