* Tu derecho termina cuando empieza el derecho de alguien más
Por: Jorge GÓMEZ CARRANCO
CHOLULA.- México fue nota de primera plana en varios medios de difusión digital e impresa no sólo nacional sino internacionalmente, donde podemos apreciar al calce la tristeza que sintieron al ver como los grupos de feministas intentaron quemar diversos monumentos e iglesias católicas cuando se manifestaban, exigiendo latitud por parte de nuestro congreso de la unión respecto al tema del aborto.
La constitución política de los estados unidos mexicanos nos reconoce en el artículo 6 “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público” el poder manifestarse y/o protestar ya a nivel internacional podemos decir que es casi un derecho universal y más en los regímenes democráticos, como lo es nuestro país.
Se que a través de estos movimientos se han logrado posicionar temas de agenda pública como la igualdad de los afrodescendientes en Estados Unidos o la lucha Gay en gran parte del mundo, si nos remontamos a tiempos más atrás lo fueron los derechos sindicales y hasta la lucha por el voto femenino.
No confundamos al vandalismo que poco a poco se acerca a un terrorismo urbano, porque acaban perdiendo el apoyo popular, el apoyo social o colectivo, se desdibuja el mensaje, se pierde el objetivo, se desaprovecha la oportunidad de hacer algo trascendental, y sólo incitan a alimentar a grupos izquierdistas que se alimentan del caos, generan más caos y más violencia.
Sé que hay muchos temas pendientes, no sólo en México, sino en el mundo entero, pero debemos de dejar atrás esos mensajes de odio, de maltrato a monumentos que son parte de nuestra historia, que hacen de México un país rico en cultura y tradición, la reivindicación de los derechos que ya poseemos, se logra no con la violencia, aprendamos a mandar mensajes sensatos respetando el patrimonio cultural.
El vandalismo, en cualquier situación, vale el dinero de los contribuyentes; la reconstrucción, mantenimiento, remodelación, pintura etcétera sale del dinero público; ¿de verdad vale la pena? si así, no llega el recurso a donde debiera llegar, les dan pauta para desviar recursos tienen el pretexto perfecto “los desperfectos que ocasionan con su manifestación feminista”.
Yo les preguntó ¿Quién resulta más afectada ante todo esto? claro que no es el gobierno, es la misma clase trabajadora, porque al bloquear las calles generan tráfico, y de sus impuestos se pagan todos esos daños causados. Muchas de esas trabajadoras son mujeres que lo único que anhelan es regresar con bien a sus casas con sus respectivas familias y otras más, son las que pagan los platos rotos al día siguiente porque tienen que limpiar lo que otra mujer hizo en su derecho a manifestarse.
¡Aclaro! no estoy en contra de que se manifiesten, pues como les dije antes, es un derecho que todos tenemos, siempre y cuando respetemos el orden social, porque tu derecho termina, cuando empieza el derecho de otro.
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