Juramento al Sagrado Corazón de Jesús en Cholula

Dra. Margarita Tlapa Almonte

CHOLULA.- En la Parroquia de San Pedro Cholula, como cada año se realizó este 9 de octubre la Festividad para la renovación del Juramento al Sagrado Corazón de Jesús. Para quienes desconocen del porqué de esta festividad, mencionamos una breve semblanza sobre el juramento y describir el origen de esta fiesta.

El origen de la Fiesta fue en el año de 1833, cuando la peste del Cólera Morbo ocasiona a nivel mundial un sin número de decesos. No es de extrañarse que un sin número de cholultecas falleciera, la tradición oral menciona que fallecían entre sesenta y setenta personas diariamente. Ante esta situación es que los cholultecas por el gran número de decesos de la población causados por la peste del “cólera”, pidieron con fe al Sagrado Corazón de Jesús cesara esta peste, juraron amarlo y honrarlo con una fiesta anual para conmemorar el beneficio de la salud hacia ellos. Realizaron el Juramento que se estableció para que cesara la pandemia del Cólera Morbo. Por esta razón, los cholultecas afligidos a partir del 9 de octubre de 1833 realizaron el Juramento al Sagrado Corazón de Jesús y lo renovaron en el año de 1850, sin faltar un solo año del sagrado compromiso hasta la actualidad. En la actualidad la Comisión responsable de la organización de la Fiesta del 9 de octubre del 2004 al 2022 son: Esaú Alejandro Pérez Carranco, Rafael Pérez Saucedo, José Luís de los Santos Pérez Grados, quienes con fe y devoción realizan la festividad al Sagrado Corazón de Jesús y refirman anualmente el Juramento. Cabe señalar que el señor Arzobispo Don José Ramón Ibarra y González último obispo y primer arzobispo de Puebla, concedió cien días de indulgencia a los fieles cada vez que lo reciten.

Para entender por qué el Juramento de 1833, es importante mencionar que la peste del Cólera Morbo es una enfermedad considerada como la primera pandemia a nivel mundial. Se presentó en la primera parte del siglo XIX, en los años de 1833-1834, su origen es asiático, se menciona que surgió en China, India y Rusia en 1829 iniciando su recorrido se desbordo sobre Europa en el segundo cuarto del siglo con oleadas sucesivas hasta a Canadá Estados Unidos y de ahí se propago a México, en Texas aun perteneciente a México en febrero de 1833 para continuar al sur de la República. En abril se presentan los primeros brotes en Cohauila, en Mayo Tampico, en Julio en Campeche otro punto de ingreso de la peste. Llegando así la pandemia a territorio mexicano cubriendo el territorio nacional en pocos meses, principalmente en los centros urbanos.

En América del norte en 1832, a México en 1833 y repetirse en 1850. La epidemia de cólera de 1833 fue la más temida por la población y las autoridades. Diseminándose el cólera por la revolución de transportes; ferrocarril y navegación a vapor. La guerra y el comercio contribuyeron a que estas infecciones adquirieran su nivel de pandemia.

Los primeros casos en Puebla se presentaron en enero de 1833, antes que se extendiera a tierras mexicanas. Por lo que  el Consejo de Gobierno del Estado de Puebla acordó consultar con el gobernador la propuesta de elaborar un bando de policía “con objeto de contener el mal de cólera, para que el Ayuntamiento estableciera  cementerios” y medidas de precaución, al mismo tiempo que manifiesta una honda preocupación ante la situación en que se encuentra Puebla, por lo tanto, el Gobierno del Estado emite un bando de policía destinado a “contener los estragos del cólera  y a tomar diversas medidas preventivas, entre las que destacan: 1) La construcción del cementerio que llevaba pospuesto seis años por presiones económicas, políticas y religiosas, 2) la necesidad de que las aguas negras tuvieran resumideros y no se tiraran a la vía pública, 3) que los carretones de basura del Ayuntamiento salieran a recoger la inmundicia en la mañana y en la noche, 4) editar recetas y cartillas sobre el cólera para informar a la población, 5) que el obispo nombrara eclesiásticos para atender a los próximos enfermos o muertos, y 6) que el Consejo de Sanidad del Ayuntamiento organizara a los médicos y boticarios de la ciudad para atender a los enfermos. Medidas preventivas que mostraban una nueva actitud oficial ante un evento de esta naturaleza.

En agosto de 1833 y durante cinco meses de 1833, incrementó el número de infectados y el cobro de vidas, siendo en los meses de septiembre y octubre el punto más alto de muertes, terminando a finales de diciembre. La enfermedad no respeto clase social, económica ni edad. Las medidas preventivas no tenían ningún efecto, se calcula que aproximadamente el 8% de la población murió, siendo la iglesia quien creo condiciones psicológicas favorables señalando el carácter de “castigo” divino que tenía la pandemia. Los edificios que albergaban a los hospitales eran las iglesias o parroquias de los barrios.

Las instrucciones para atender el cólera eran sencillas y puntuales: hábitos alimenticios, conducta social, medidas preventivas a través del consumo de legumbres acuosas y más ligeras, uso moderado de frutas, evitar alimentos crudos, consumo de agua aromatizada con infusión de yerbabuena, pimienta o manzanilla, agua hervida y agua fría. Así mismo se deberían evitar trabajos agotadores, no trabajar de noche, abstinencia sexual, Aseo de enfermos, ropa, evitar deshidratación, fricciones corporales secas; aislar al enfermo, lavar las manos con oxido de cloruro de sodio.

Las manifestaciones de la enfermedad en las personas: en sus formas más severas se manifestaba por la brusca aparición de diarrea intensa y vómitos, ocasionando el rápido enflaquecimiento del enfermo y deshidratación rápida, conduciendo a un desequilibrio hidroelectrolítico, provocando la muerte a las 24 de su aparición. En San Pedro Cholula se tiene conocimiento que morían entre sesenta y setenta fallecían, la mayoría de estos enfermos difícilmente sobrevivían ya que finalmente sucumbían ante la deshidratación y hemorragias que presentaban.

El contagio provenía de hombre-medio ambiente-hombre ya que la enfermedad del cólera se transmitía por heces fecales y los vómitos de los enfermos coléricos. La introducción al organismo humano se realizaba por la vía digestiva y su período de incubación era de 48 horas después del contacto, presentándose los síntomas ya citados en la noche o por la madrugada. Como podemos observar, la pandemia del cólera dejo como enseñanzas a los habitantes que vivían en condiciones de miseria y falta de higiene, la despoblación a nivel mundial, ante esta situación de concepción demográfica tenía que incrementar, de allí la preocupación de los gobiernos de garantizar la salud de los ciudadanos y evitar la muerte.

El cólera, una enfermedad que se difundió, ante la presencia de un nuevo mundo capitalista que sustituyo al colonialismo, y el libre comercio expandió con sus mercancías el cólera. Es considerado como la primera pandemia urbana que mostro la miseria, la inanidad obligando a los gobiernos, a un cambio en la política del proceso de secularización y aplicar medidas sanitarias. Así mismo, los tiempos cambiaron, la sociedad mexicana se secularizaba y la Puebla de ese siglo continuaba fiel a los mandatos de la Iglesia, los santos milagrosos y protectores habían ido cambiando. En los siglos XVII y XVIII se podía sepultar cerca del altar mayor de las Iglesias, en el siglo XIX, perdieron significación. Las inquietudes políticas, económicas y sociales y, los santos intermediarios también cambiaron. Así también, los habitantes de la Puebla buscaban un espacio en los templos dedicados a los nuevos santos protectores.