CHOLULA.- Desde que me acuerdo he sido una persona muy triste y solitaria. Mis padres consideraban que yo era una niña y después una joven bien portada, no sabían todo lo que vivía.
En la escuela no tenía amigos, ni mucho menos novio. Me sentía muy fea. No me gustaba mi color de piel, ni mi complexión, cuanto deseaba ser bonita, ser como los demás, alegres, joviales… ¡Cuanto!
Además en la casa tampoco me sentía feliz. Mis padres tenían muchos problemas, y en muchas ocasiones hablaban del divorcio, lo cual me espantaba, porque tengo dos hermanos más chicos que yo. El que ellos se separaran iba a cambiar muchas cosas y yo tenía miedo.
Por momentos sentía que la vida era muy difícil para mí, que no tenía ningún motivo para sonreír como las demás chicas de mi edad, así que me deprimía en la escuela y no podía concentrarme.
Debido a esa sensación de vacío y soledad; decidí morir no podía con la vida. Cierto día estando sola en la casa, ingerí algunos medicamentos con el deseo de acabar de una vez, sin embargo mis hermanos se dieron cuenta de lo que hice y le avisaron a mi papa, quien además de regañarme se puso muy triste.
A los pocos días conocí el Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos y después de asistir varios días a las sesiones, mi vida dio un giro completo. Toda esa soledad ha terminado. Me siento muy tranquila y con muchos deseos de vivir.