* INICIÓ PRECAMPAÑA * DIVISION FAMILIAR * CHAPULIN

ALEJANDRO ARMENTA MIER, precandidato de MORENA, inició la mañana de ayer, su precampaña en busca de la candidatura al gobierno del Estado de Puebla. Técnicamente así se le debe de llamar, precandidato, precampaña, aunque en realidad ha iniciado ya la campaña, al ser el único en esa posición, en fin, andará recorriendo una vez más todo el Estado, buscará seguir sumando a liderazgo de cada región, a ciudadanos para ir fortaleciendo su proyecto. Mañana iniciará también su precampaña EDUARDO RIVERA PÉREZ, quien va por la alianza de PAN-PRI-PRD-PSI, y en un par de días hará lo mismo FERNANDO MORALES, por MOVIMIENTO CIUDADANO, todos con el mismo objetivo convertirse dentro de los tiempos establecidos por la ley electoral, en los candidatos, 2 por la coalición de partidos políticos, y uno solo con su instituto político como lo es MC. Los ciudadanos que tienen un interés directo en los proyectos de cada uno de ellos, dejaron sus tradiciones decembrinas para irse la gran odisea, pero la mayoría de ciudadanos, optaron por mantenerse en familia, por seguir con sus tradiciones y disfrutar la navidad en casa. Como decía don BLAS, no hay prisa, todo con calma para que salgan bien las cosas… EN TANTO LAS decenas de aspirantes a las llamadas coordinaciones municipales de los comités de defensa de la 4T, aunque pareciera le bajaron un poco el ritmo, en realidad no han perdido la menor oportunidad para buscar estar en el ánimo ciudadano, y en las encuestas que se supone está haciendo MORENA y sus aliados, salir con un buen resultado. La decisión la discuten en la CDMX, ahí se tomará la decisión para ver a quien mandan a la segunda fase del proceso interno, de la cual saldrá el precandidato, y luego candidata o candidato. El “dedocracia” será el que determine de qué lado se inclinará la balanza, y entonces se verá cuántos en verdad se suman a quién resulte el abanderado para la causa de las izquierdas. Todo pregonan en estos días, la unidad, que buscarán la unidad, y pese a ello se ve como ya algunas familias se han dividido, la ambición de llegar a ser, los ha hecho retroceder en el tiempo, pareciera se viven los tiempos de los 40´s y 50’s, cuando se hacía la política pistola en el cinto, y predomina la mentalidad de “estás conmigo o estás en mi contra, no hay de otra”, y eso provocó no solo la división de familias, sino hasta la muerte. Hoy se sabe de qué ya hay familias que se están dividiendo, parece que no hay armas al cinto, pero si en las manos, y en los últimos días, en algunas partes del país, han ejecutado al enemigo político, para poder tener el camino despejado. Puebla, hasta el momento parece no tener ese escenario, y los ciudadanos esperan que no se tenga, pero dependen del mismo ciudadano, que aunque se apasione, no llegue a esos extremos… HASTA HACE UNOS años era  mal visto entre el electorado a los “chapulines” esos políticos que se iban d un partido político a otro, para poder ser candidato y llegar al poder, llegó MORENA en el 2018 y entonces se volvió una moda el hacerlo y más aún porque al ponerse la camiseta de MORENA, se le desaparecían todos sus defectos, de la menta de los ciudadanos se borraba el pasado de ese personaje, lo hicieron candidato y hasta gobernante en el  municipio o distrito. Lo que aún no se puede aceptar es cuando un “chapulín” al cambiar de colores, muerda la mano del partido que le dio la oportunidad de figurar. Saca a relucir toda la ropa sucia de quienes fueron sus correligionarios, demostrando con ello su falta de principios, la gran ambición por regresar por más, ahí el caso de GUILLERMO VELÁZQUEZ, ex panista y ex presidente municipal de Atlixco, por el PAN. En el pasado proceso perdió contra ARIADNA AYALA CAMARILLO, él por el PAN y ella por MORENA. Señala a muchos de su derrota. Ahora, al ser de MORENA, reconoce a su vencedora como una buena alcaldesa, y él considera que en el PAN están los malos, en MORENA los buenos, los reprimidos, los honestos y honrados. En fin todo sea por lograr su objetivo, y seguir demostrando de lo que se trata la política, al menos en esos niveles, donde se desconoce que hay política de altura, que se debe dar paso a las nuevas generaciones para asumir las responsabilidades.