* Tradición que data desde hace 114 años * Privilegio y honor, ser encargados de elaborarlos
Por Sofía LINARES
HUEJOTZINGO.- Tal y como lo marca la tradición religiosa, 7 semanas previas a la Semana Santa, se montan en domicilios particulares, los “altares monumentales”, dedicados al Señor de las Tres Caídas, Dulce Nombre, El Santo Entierro, Divino y Justo Juez y Nazareno, que además de ser un atractivo religioso, como se ha tenido desde hace 114 años; es además ya turístico.
Las familias quienes tienen la dicha de poder ser los anfitriones de una de las imágenes, han qué tenido que esperar no menos de 25 años, la lista de espera es largo, y deben de ser pacientes, además eso les da la oportunidad de poder prepararse para llegado el momento, puedan afrontar el gasto para montar el altar, con un pasaje bíblico, según la imagen que le toque recibir. Son 16 las familias las que tendrán la dicha de recibir a la imagen.
Esta tradición se vio interrumpida en los últimos 2 años, debido a los efectos colaterales de la pandemia, este año se ha permitido el poder llevarlos a cabo, debiendo seguir todas las medidas preventivas sanitarias.
Los altares que ya se han empezado a montar y mostrar a los visitantes, y con lo que empiezan las actividades propias de la cuaresma y Semana Santa, terminan el jueves santo, día en que se tienen 2 escenarios de seis metros de ancho y 14 metros de largo, uno para exponer la imagen del Señor de las Tres Caídas y otro para el Señor del Dulce Nombre. Ahí se lleva a cabo la misa del lavatorio de pies de los apóstoles, que reúne a por lo menos 15 mil personas en la plaza central de Huejotzingo.
El gasto que realiza cada familia para montar el altar, es aproximadamente 160 mil pesos, desde la estructura, adornos, comida a los visitantes, música, alfombra de aserrín y las salvas (cohetes).