Indagando Ando

Radiografía de la Discriminación en Puebla

Mtro. Gerardo GALICIA

CHOLULA.- En la búsqueda de entender el comportamiento social hacia la diversidad, nos sumergimos en un estudio revelador realizado en octubre de 2023 en Puebla. La discriminación, ese fenómeno que arrebata la equidad, fue el foco de una encuesta conjunta entre la empresa INDAGA y una universidad local.

La Real Academia Española nos recuerda que la discriminación implica dar trato desigual por motivos diversos, desde lo racial hasta lo religioso. Pero, ¿cómo se manifiesta en Puebla?

Al preguntar si se han sentido discriminados, un revelador 20.1% afirmó haber experimentado esta dolorosa realidad. Pero, ¿por qué?

– Apariencia física: 14.2%

– Discapacidad: 12.2%

– Edad: 10.1%

– Religión: 13.6%

– Sexo: 13.8%

– Clase social: 8.9%

– Orientación Sexual: 11.7%

– Manera de Hablar: 10.6%

– NO SABE/NO CONTESTÓ: 4.9%

La encuesta también indagó si las personas han sido perpetradoras de discriminación. Sorprendentemente, un 38.4% admitió haber discriminado, mientras que un 40.2% se declaró libre de tal conducta.

Al comparar estos resultados con la encuesta nacional, la triste realidad se revela: México sigue siendo un país donde uno de cada cinco ha sufrido discriminación. Puebla, lamentablemente, encabeza la lista con un 28.4%.

Los grupos históricamente vulnerables son los más afectados. Personas con discapacidad (28.9%), indígenas (24%), y mujeres (22.8%) lideran las estadísticas. Las cifras revelan un problema arraigado que no distingue género ni edad.

La encuesta destapa la discriminación múltiple, donde ser joven e indígena aumenta la probabilidad de maltrato a un alarmante 34.3%. La preferencia sexual también es un foco de desigualdad, con un 71.9% de personas transgénero sintiendo que se desatienden sus derechos.

El tono de piel también emerge como factor discriminatorio. Aquellos con piel más oscura enfrentan una brecha educativa, reflejando un 16.2% con estudios superiores, comparado con el 30.4% de quienes tienen tonos más claros.

La discriminación no es solo un problema local, sino una epidemia nacional. Analizar estos datos es el primer paso hacia una sociedad más justa. La universidad, el gobierno, las asociaciones civiles y los medios deben unirse para erradicar esta lacra. Si no actuamos, seguiremos viviendo en una sociedad dividida por diferencias que deberían ser celebradas, no castigadas.