* Los planos no los elaboraron profesionistas autorizados por la dependencia * El pueblo se cooperó para restaurar su templo dañado por el temblor del 2017
Por Epigmenio ROJAS CASTRO
CHOLULA.- Los trabajos de restauración que se venían desarrollando el templo de san Cristóbal, en la junta auxiliar de Tepontla, fueron suspendidos por el INAH, debido a que los planos de dichos trabajos no fueron elaborados por profesionistas avalados por dicha dependencia, consecuentemente no se pueden realizar, hasta que el mismo INAH lo apruebe, causando el malestar en la comunidad.
Desagradable sorpresa se llevaron los vecinos de la junta auxiliar de Tepontla, cuando se dieron cuenta que los trabajos que se estaban realizando eran suspendidos, de momento no sabían quién había dado la indicación, horas más tarde todo el pueblo sabía que era el INAH.
Al respecto el presidente de dicha comunidad Leonardo Cuatlayotl Tepox, señaló que ya han solicitado al INAH el permiso para poder reanudar los trabajos, indicando que se están usando materiales igual que la construcción original, no se está alterando nada de esa construcción, el pueblo decidió pedirle a unos arquitectos elaborar los planos los cuales se presentaron al INAH, quien se tardó en dar respuesta y por ello se iniciaron los trabajos.
El templo de san Cristóbal, se vio seriamente dañado desde el terremoto del 2017, provocando la caída de su cúpula. A las pocas semanas del fenómeno natural el gobierno del Estado, realizó un censo para determinar cuántos templos estaban dañados, que tipo de daños, y estimar el costo de su reparación, quedando que el templo de san Cristóbal, en Tepontla, sería reparado, sin embargo empezaron a pasar los días, semanas, meses y años, por lo cual la comunidad se puso de acuerdo y empezaron a reunir el dinero que les hacía falta para poder restaurar y reparar su templo.
Cuatlayotl Tepox, “La comunidad hizo un gran esfuerzo para reunir el dinero necesario y reparar su iglesia, pero el INAH detuvo las obras. Llevamos un año enviando solicitudes y no hemos recibido respuesta”.
El pueblo espera la respuesta de las autoridades del INAH, pero ya comentan que la paciencia se agota, no es algo que tenga unos meses, son ya años de que no han sido atendidos, por ello ellos están costeando la obra, todo dependen de la voluntad del INAH en dar el permiso y pueden hasta supervisar los trabajos, para que en el menor tiempo posible se logre tener de nueva cuenta su templo de pie.