CHOLULA.- Yo ya había estado anteriormente en tratamiento psicológico porque tenía muchos problemas en mi trabajo, mi jefe me decía que no entendía porque tenía tantos conflictos con la gente, yo decía que tenía el carácter fuerte y nadie me entendía,
pero la verdad me sentía muy mal, yo agredía mucho a mi hijo, lo comparaba constantemente, le exigía buenas calificaciones, yo trabajaba para que él tuviera lo mejor y no se me hacía justo que él fuera mal en la escuela, me la pasaba reprochándoselo todo el tiempo, mi hijo tuvo problemas serios, empezó a robar, andaba en la calle, yo lo regañaba porque no me obedecía, después comencé a pegarle todos los días, luego me sentía muy mal y todos los días me proponía no hacerlo, pero no pude dejar de hacerlo.
Cuando llegué al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos comencé hablar de toda mi frustración al no tener el hijo perfecto, comencé a entenderlo y nuestra relación ha cambiado muchísimo, me di cuenta que mi forma de ser contribuía de alguna manera a su mala conducta, actualmente he cambiado de trabajo que me permite estar más tiempo con él, he notado mucha mejoría y nuestra convivencia es muy tranquila.