Hasta la Puerta de la Escuela

CHOLULA.- Se escucha pro ahí que sigue imperando, por medidas de seguridad lo cual es muy bueno, el dejar a los hijos hasta la puerta de la escuela, así vayan a pie, en bicicleta, motocicleta o carro, el único inconveniente es que quienes van en carro, provocan el caos vial, y no tanto por los segundos que deberían de detenerse y bajar a los hijos, sino porque ahí, en esos momentos las últimas recomendaciones de la mamá y hasta la bendición, los que va atrás desesperados hacen sonar la bocina del claxon, todo genera un ambiente de tensión, de malestar. Sobre todo en las calles del centro de la ciudad, que por motivos de la feria, han sido cerradas de manera parcial, un solo sentido. A eso se suma que no faltan quienes se detienen en doble fila, importándoles un verdadero pito los demás, él ahí espera a alguien, descarga mercancía y cuando el elemento uniformado le solicita avanzar, indignado, iracundo, insulta, ofende y la mano en el celular, por si el uniformado le responde y entonces se convierte en víctima, a sabiendas de que no faltarán ciudadanos que salgan en su defensa y se vayan contra el elemento que está cumpliendo con su deber. ¿Será? Se escucha por ahí que ha llegado la feria, tema controvertido en muchos aspectos, uno que quisieran no se usara el centro de la ciudad, que se deberían de poner en el parque Soria-Xelhua, otros se aferran a las tradiciones y se siga desarrollando ahí en el corazón de la ciudad. Algunos despistados, que no son de Cholula, proponen que deberían de cambiar la fecha de la feria, y no hacerla en la temporada de lluvia. Desconocen el significado de Cholula:  Su Toponimia proviene de las raíces náhuatl: «chololoa», lo que significa «despeñarse el agua». A eso se suma que es una feria patronal, es decir es en honor a la  santa patrona, la virgen de los Remedios. Deberían de estudiar un poquito más, para conocer los orígenes de la ciudad a la cual han llegado a vivir. ¿Será? Se escucha por ahí que en este par de días, los primeros de la feria, los inspectores del ayuntamiento andan “moviditos”, para evitar que ambulantes llegados de otras tierras, Puebla, Huejotzingo, Atlixco, y más allá, se apoderen de las banquetas y de las calles. Además de vigilar que comerciantes de venta de alimentos preparados, no cometan abusos, que tengan a la vista su lista de precios, y atraquen a los clientes, muchos de los cuales piensan que comer ahí les saldrá más económico, y oh sorpresa pagan más que el haber acudido al restaurante más lujoso, no solo de la ciudad, sino de la misma capital poblana. Eso afecta al turismo, quien se llevaba una mala imagen de la ciudad. ¿Será? Se escucha por ahí que el pabellón de los “Pueblos Mágicos” está muy interesante, se puede conocer más de esos lugares a donde se debe de ir de vacaciones para conocer más de historia, de su gastronomía. No se lo pierdan, vale la pena visitarlos. ¿Será? Se escucha por ahí que empezaron los espectáculos nocturnos de feria, en ratos bajo la lluvia, lo cual no importa mucho con tal de poder disfrutar del espectáculo. Algunos vecinos, quienes tienen cerca su domicilio, se quejaron ya por el ruido. Algo que si deberían de cuidar las autoridades, que los grupos respeten los decibles, para que así todos están contentos. ¿Será? Se escucha por ahí que el próximo viernes, es decir la próxima semana, se celebrará el muy famoso “trueque”, y este año será especial porque se estará haciendo oficial el declararlo como un patrimonio intangible del Estado de Puebla. Los cholultecas conocen las tradiciones, ir ese día con una buena dotación de artículos como productos de la despensa básica, algunos juegos, artículos diversos, todo nuevo, para hacer el intercambio de productos, la manera del comercio prehispánico. No vayan a ir con ropa, zapatos y otros artículos viejos, en mal estado, pensando que pueden sacar provecho, le dan una limpieza a su closet, y se llevan artículos nuevos, eso ni se vale, ni está permitido. Por cierto que ya algunos grupos de la sociedad están listos para defender a los llamados “propios” o “artesanos”, comerciantes que llegan de la sierra, de otras partes del país con sus artesanías o productos diversos, y que de cierta manera no menospreciados, ya ven que llegan los que se creen fifís, o de la alta sociedad, a regatear, es decir pedir descuentos en todo lo que quieren comprar, algo que no se atreven a hacer en un centro comercial. Hay que respetar los precios que esos ciudadanos le dan a su producto, resultado de días, semanas o meses de esfuerzo, de trabajo, de paciencia, para tenerlo terminado y así ganarse la vida. Hay que valorar a esos productos y pagar lo justo. Abuuuuuuuuuuuuuurrrrrrrrrrrrrrrr.