San Andrés Cholula, Pueblo milenario y Parlero
La falta de operadores y asesores políticos
SAN ANDRÉS.- No cabe duda, el municipio de San Andrés Cholula es y ha sido de los más importantes pero sobre todo, lleno de contrastes, de Cultura y sobre todo de una gran diversidad de formas de pensar, y penosamente un lugar donde desde hace más de 20 años que se conoce a la población y a sus grandes arraigos también existen grandes contrastes nada meritorios.
Hay que decirlo, en el tema político, la falta de oficio pero sobre todo de un verdadero, trabajo en materia político administrativa, ha hecho de la toma de decisiones una falta de profesionalismo y calidad moral que no sólo en los niveles más mínimos dentro del escalafón administrativo del Ayuntamiento, sino también en los más altos niveles para la toma de decisiones.
¿Cómo describirlos? Algunos personajes que esperemos que a la luz y a la verdad retomen conciencia, pero sobretodo acepten que el dejarse guiar por personajes mezquinos incluidos hombres, mujeres y de sexo indistinto pretendan mantenerse, dentro de la administración.
Alguien tenía que decirlo, alguien tenía que señalarlo, desde la administración de Omar Coyopol Solís, mujeres y hombres se dedicaron al escarnio de la vida personal de los funcionarios, E inventaron muchas historias, la mayoría denigrantes y faltas de sustento con tal de mantener el poder, un poder ficticio, porque al final de cuentas sólo fueron servidores de paso, para otras aves de mal agüero.
Esos personajes, algunos se encuentran dentro de la presente administración, tiene nombre y apellido y muchos y ostentan contener la gracia del género para hacer alarde de grandes mentiras y grandes motejos.
Acaba de leer usted muy bien, hoy funcionarios públicos han hecho alarde de argucias que podemos comentar como parte de los sinónimos dentro de la lengua española palabras y significados de lo que corresponde a la influencia para la toma de decisiones en una administración airosa histórica, pero sobretodo con un gran compromiso humano que dejaron aquellos personajes que ya no están con nosotros.
Las grandes palabras en vida de Herminio Cuautle, “trabajar y servir con la verdad”.
Palabras que hubieran sido verdaderos bastiones para el panismo en el municipio de San Andrés.
Hoy, se queda corto el diccionario de la real academia, San Andrés de mis amores, Cholula milenaria, lo más triste Cholula de los chismosos, de los críticos que no proponen, de los paleros, de los burlones, de los artificiosos, de los que enredan más que resolver problemas del municipio.
Si estimados lectores, estamos en esta década aun así con la pandemia, llenos de mezquindad, de soberbia, pero sobretodo de ignorancia. Grandes disimuladores, espías, indagadores, activadores, fisgones, cuenteros, revoltosos y embrollosos, está lleno parte de esa administración que tiene una gran responsabilidad.
Ya estamos en el 2022, parece ser qué no han evolucionado alguien tiene que decirlo y alguien tiene que señalarlo.
En muchas de mis columnas, y en muchos de los ensayos, se ha confirmado la falta de oficio y la falta de entereza para investigar acontecimientos y dichos que hoy han inundado las redes sociales.
Es ilógico, a estas fechas, la intriga, el chantaje y la mentira sean presa útil para la presente administración, pero es peor, que familiares cercanos al mandatario municipal, le llenen la cabeza de mentiras y escarnios.
Ni nepotismos ni mentirosos caben en el PAN y mucho menos en una administración que está comprometida con el progreso, con el desarrollo y con la población.
El inverosímil, que a este tiempo se crea más en perfiles falsos, la calumnia y la difamación, pero hay que reconocer algo.
¿Por qué escriben tantas cosas en las redes sociales? ¿Acaso les pesa la presente administración? ¿Acaso, no existen asesores políticos y administrativos? o ¿Solo chismosos y aduladores para mantener el control desmedido de corruptelas y cuotas de poder? ¿Serán negociadores verdaderamente o aniquiladores de oposiciones de pensamiento? No puede ser, que se crea todo de perfiles falsos que tienen una razón de ser.
Por un lado el hartazgo social, lo dicen en los barrios, pero también en todo el municipio, la falta atención a la población y de respuestas a compromisos de campaña, están haciendo juego para dividir, para encontronar pero sobre todo, para cumplir el acometido de los galicisistas, romper los esquemas de poder político de los grupos sociales.
¿Dónde está Miguel Ángel Huepa? ¿Dónde Está Leoncio y Guillermo Paisano? ¿Dónde está Omar Coyopol? ¿Dónde está David Cuautli?
Y Veremos que muchos de sus familiares consanguíneos directos están dentro, pero muchos están involucrados en fraudes, en señalamientos de Vox Populi y peor, están dentro de la administración y están apuñalando a un edil que requiere del apoyo de todos, pero esto no puede ser, porque muchos están pidiendo más de lo que han dado en el oficio político-partidista, donde el único que tiene que tomar las riendas es a quien se le ha conferido la gobernancia.
En menos de 6 meses, las sátrapas de mercenarios que buscan solo trabajo en el ayuntamiento, no pertenecen a San Andrés Cholula, no votan y mucho menos generan derrama económica y mucho menos proponen un verdadero cambio, pero si están en la lista de proveedores, en la mesa del palomeo para que empresas presten servicios y sirven a los conquistadores del municipio.
¿Acaso, se están enriqueciendo solo ellos? ¿Esto lo sabrá el propio edil?
Pronto, se sabrá, porque la cuerda se rompe por lo más delgado, y alguien ya había puesto la soga en el cuello en la elecciones de 2018, donde no iban por dos inocentes, sino por otros que hoy, duermen con el enemigo, les juran protección y están generando inestabilidad social. ¿Acaso la inseguridad la están haciendo desde adentro y desde las oficinas de gobernación?
Esperemos que la madurez prevalezca, pero sobre todo, que la verdad salga a la luz, los sanandreseños merecemos respeto, y sí hay algo que decir, se escribe y se firma. Lo demás son niñerías, y faltas de sentido común. ¡Madurez, es tiempo de ayudar y no generar más problemas! Pero en San Pedro Cholula, están peor.
¡Qué cosas!