* Este 25 de noviembre falleció el primer actor * Durante su carrera participó en destacadas películas como “Rojo amanecer” y “El bulto”, y en telenovelas como “Viviana”
MÉXICO.- Héctor Bonilla ha muerto. Su luz se apagó el viernes 25 de noviembre. Pero dejó un gran legado en el cine, la televisión y el teatro. Parecía destinado a ello, cuando nació el 14 de marzo de 1939 en Tetela de Ocampo, Puebla.
Desde joven llegó a la CDMX para seguir un camino que prometía oropel y luminarias. Se formó en la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Su debut sería a los 23 años en el cine, en la película Jóvenes y bellas.
En el ámbito de las telenovelas, hizo su primera aparición en La casa de las fieras, de 1967. Su primer gran éxito llegó con la película Patsy, mi amor, basada en un guión de Gabriel García Márquez. En este largometraje compartió créditos con estrellas como Ofelia Medina y Julio Alemán.
A partir de ese momento, fue reconocido como una importante promesa de la actuación y empezó a hacer apariciones constantes en telenovelas y películas.
Durante los años setenta, Héctor Bonilla cimentó su prestigio en el mundo del espectáculo en México y Latinoamérica. Actuó en varias telenovelas producidas por Ernesto Alonso, como Velo de novia, de 1971, y Cartas sin destino, de 1973. También apareció en la adaptación televisiva de Los miserables.
Cinco años después tuvo un destacado papel en Viviana, producida por Valentín Pimstein para Televisa y que protagonizó a lado de Lucía Méndez. Paralelamente, participó en la controvertida película Los hijos de Sánchez, adaptación del libro homónimo escrito por Oscar Lewis.
Este filme se distinguió por tener un reparto con varias de las mayores estrellas de la época, como Anthony Quinn, Dolores del Río, Ignacio López Tarso, Katy Jurado y Lucía Méndez. Los hijos de Sánchez, causó una expectación tan grande en Hollywood, que al estreno acudió el entonces presidente estadounidense Jimmy Carter.
En la década de los ochenta, Héctor Bonilla participó en destacadas producciones como Vanessa, La casa al final de la calle y Rosa salvaje.
La consagración para Héctor Bonilla llegaría en 1989, cuando protagonizó Rojo amanecer. Dirigida por Jorge Fons y escrita por Guadalupe Ortega y Xavier Robles, esta película abordó la Matanza de Tlatelolco.
En esta película, Héctor Bonilla y María Rojo interpretan a los padres de una familia que habita en uno de los edificios contiguos a la Plaza de las Tres Culturas la noche del 2 de octubre de 1968.
Esta película marcó un hito en el cine mexicano, tanto por su contenido político como por su atrevida propuesta artística. Con los años, Rojo amanecer sería reconocida como precursora del llamado “nuevo cine mexicano”. Por su parte, la interpretación de Héctor Bonilla le mereció su segundo Ariel como Mejor Actor.
Dos años más tarde, volvería a participar en una película mítica para el cine nacional: El bulto. Esta película, dirigida y protagonizada por Gabriel Retes, narra la vida de un joven de izquierda que cae en coma durante la Matanza del Jueves de Corpus y que despierta 20 años después, cuando su familia y el mundo han cambiado radicalmente.
Héctor Bonilla durante una conferencia de prensa
Héctor Bonilla durante una conferencia de prensa. Foto: Cuartoscuro | Archivo
Durante el cambio de siglo, Héctor Bonilla se enfocó en participar en telenovelas como La vida en el espejo (1999), Tío Alberto (2000) y Mirada de mujer: el regreso (2003).
A lo largo de su vida profesional, nunca dejó de participar en el teatro. En 2013, por ejemplo, presentó con gran éxito la obra Almacenados, que protagonizó a lado de su hijo Sergio. Aquella obra fue dirigida por su otro hijo, Fernando Bonilla.
Hacia el final de su carrera, protagonizó la película Un padre no tan padre y tuvo notables participaciones en largometrajes animados, como Coco, de Pixar, y Ana y Bruno. Este último, dirigido y escrito por Carlos Carrera, representó un éxito ante la crítica y fue catalogado como una de las mejores películas animadas hechas en México.
En 2019, mereció un premio Ariel a la totalidad de su trayectoria. En aquel entonces ya luchaba contra el cáncer de riñón. El actor, que ganó siete premios Ariel, falleció a los 83 años de edad.