Enójense las Comadres…

CHOLULA.- Se escucha por ahí que cuando las comadres se enojan salen verdades, y en el SOSAPACH algo pasó con el ex director Mario Jiménez Blanca, ya tenían tiempo en que las fricciones con la alcaldesa fueron más fuertes cada día, y finalmente explotó el bomba y se le señala como a quien se le perdió la confianza y por ello lo destituyen. Incluso se habla de que existe la posible sustracción de información que es propiedad del SOSAPACH, e incluso hubo destrozo de algunas puertas, daño patrimonial, y por ello, primero la presencia de la policía municipal, luego denuncias ante la Fiscalía del Estado, iniciándose la carpeta de investigación DL/FIM/SPCHOLULA/13719/2023, para que se aclare todo. En próximos días se irán conociendo detalles de lo que ha pasado en este organismo descentralizado, y como dicen los que saben, la verdad  caerá por su propio peso. ¿Será? Se escucha por ahí que está iniciando el mes de agosto, el mes de los abuelitos las abuelitas, aunque algunos jóvenes no estén muy de acuerdo con esas palabras y prefieran llamarlos adultos mayores. El caso es que este sector de la sociedad, en los últimos años han sido víctimas de abusos, de violencia, hasta de discriminación, y no por la sociedad, sino por sus familiares. Personas de esta edad, ante los problemas que viven a diario con quienes deberían de cuidarlos, consentirlos, cuidarlos y hasta mimarlos, optan por vivir solos, por seguir valiéndose por sí mismos. Se sabe de muchos casos documentados algunos, otros, la mayoría, solo de comentarios, que han sido despojados de sus patrimonios, de sus pensiones. Hay leyes que los protegen, pero como dice doña Cata, abuelita que vive en Mixquitla, “qué bueno que existan leyes, para protegernos, lo malo que pocos sabemos de ellas, y aún peor que no hay quienes nos ayuden, el enemigo está en casa, y no podemos salir a la calle, no podemos, ni sabemos a quién acudir”. Se puede decir que no todo es malo, que no todos viven en esa situación, y hay instituciones como el DIF, en donde los brindan ayuda, los hacen sentir queridos, amados, que aún tienen mucho por aportar a las nuevas generaciones. ¿Será? Se escucha por ahí que un buen grupo de abuelitas y abuelitos, serán agasajados con un viaje a la playa. Algunos están emocionados, conocerán el mar, o lo verán luego de años de soñar con estar en una playa. Y es que aunque muchos no lo crean, hay personas que no conocen el mar, ahora lo podrán ir a admirar. Por otra parte, les harán festejos, autoridades de los tres órdenes de gobierno, pero también organizaciones civiles, y hasta políticos se habrán de desvivir en ofrecerles una misa de acción de gracias, un desayuno o una comida, algunos regalos, muestras de cariño y afecto, aunque los abuelitos y abuelitas lo que más quieren, es que sus seres queridos se acuerden de ellos, que sean ellos quienes los agasajen con un abrazo sincero, con un simple par de palabas, “Te quiero”, pero desde lo profundo de su corazón. ¿Será? Se escucha por ahí que hablando de los viejitos, como les dice el pueblo, con respeto y cariño, siguen quejas de ciudadanos contra personal del transporte público de transporte, y es que hay cada chofer quien al parecer no piensa llegar a esa edad, y no quiere detenerse para que se suba una abuelita, y menos si lleva su bulto, un bulto con productos del campo o algo que ella lleva con la esperanza de poder comercializarlo, y tener algo de dinero suyo, ganado con el sudor de su frente. Si los llegan a subir, no les aplican la tarifa preferencial existente desde hace como una década, y luego no esperan a que se sienten, y ahí tratando de sujetarse de donde pueden, hasta encontrar asiento. Don Pedro, de 82 años, comentó “Recuerdo cuando era joven, se subía un abuelito o abuelita, y alguien más jóvenes, se levantaba le daba el asiento. Hoy muy raro ver que ocurra. Esas acciones se deberían de ir rescatando, y no depende de un programa de gobierno, depende de usted, de los jóvenes, como dice el dicho -lo cortés no quita lo valiente-, si va sentado y ve a una persona adulta mayor, que no le dé pena, dele el lugar, no solo lo hará sentir bien, recibirá muchas bendiciones que esa persona le dará desde lo profundo de su corazón. Abuuuuuuuuuuur.